viernes, 13 de abril de 2018

El Caso Barros - Karadima (Chile) y el pedido de perdón del Papa

La polémica desatada en el mes de enero del presente año en la visita del Papa Francisco y que ahora ha tomado un giro importante ante el reconocimiento de los errores cometidos en este caso. Pero habrá alguna acción en concreto o solo un pedido de perdón y nada mas, luego asunto olvidado y las cosas siguen como siempre...
Mons. Barros presente en las actividades del Papa en Chile

El obispo de la ciudad de Osorno, Mons. Juan Barros, cuestionado como encubridor de los abusos sexuales contra menores cometidos hace unos años por el influyente cura Fernando Karadima, participó en la misa masiva que el papa Francisco encabezó en el Parque O'Higgins de Santiago. Esto ocasiono una dura crítica al Papa Francisco y a todas las autoridades eclesiásticas que permitieron la presencia del obispo Barros en estos actos públicos del Papa Franacisco.

La misa se desarrolló poco después de que el Papa Francisco, en La Moneda (Casa de gobierno chileno), afirmó: "No puedo dejar de expresar el dolor y la vergüenza por el daño irreparable causado a niños por parte de ministros de la Iglesia. Es justo pedir perdón". Pedir perdón y luego admitir la presencia de un encubridor de casos de pedofilia, era lo que muchos criticaban al Papa Francisco; hasta la misma víctima del caso no aceptaba; y peor a un cuando el Papa Francisco a su visita a Temuco pidiera pruebas que inculparan al Obispo Barros porque a su parecer todo eran calumnias y no había ninguna prueba en contra de Barros y sin esas pruebas no puede acusar.

Recordemos que Juan Barros fue alumno de Fernando Karadima, un cura que tuvo una gran influencia en la Iglesia chilena, formador de medio centenar de sacerdotes, cinco de ellos hoy convertidos en obispos (tal vez allí por cual tuvo mucha protección), a quien la Justicia vaticana suspendió de por vida en 2010 tras desvelarse que abusó sexualmente de niños y jóvenes cuando era el titular de la parroquia El Bosque, en un sector pudiente de Santiago. Además, la Justicia ordinaria también enjuició a Karadima y lo encontró culpable, pero no lo condenó porque los delitos habían prescrito.

Quien es Juan Barros

Juan Barros fue designado en marzo de 2015 obispo de la sureña ciudad de Osorno, donde hasta hoy es rechazado por una parte de la feligresía, que lo acusa de haber encubierto los abusos de Karadima. Los denunciantes de Karadima dijeron que como secretario del cardenal Juan Francisco Fresno, Juan Barros recibió las primeras denuncias contra Fernando Karadima. "Simplemente las rompía".

Juan Barros fue sacerdote por 30 años y se desempeñó como obispo castrense (de las Fuerzas Armadas) antes de su nombramiento en Osorno. Aquella cruzada contra el nombramiento de monseñor Juan Barros no fue sólo de las víctimas del caso Karadima. En febrero de 2015, al conocerse la designación papal, unos 30 sacerdotes y diáconos de Osorno enviaron una carta al Nuncio Apostólico, monseñor Ivo Scapolo (también sindicado como encubridor de Karadima y de muchos casos de abuso en Chile), donde decían sufrir "mucha tribulación" y estar "confundidos e irritados" por el nombramiento de Barros. Además expresaban: "No nos sentimos acogidos, menos comprendidos por la jerarquía de nuestra Iglesia", aseguraban a través de la carta al representante vaticano en Chile.

"Los abusos sexuales nacen y se alimentan del abuso de poder y aquí ha habido un abuso de poder clarísimo, principalmente del Nuncio", le comentó en aquel momento el Padre Felipe Berríos, sacerdote jesuita y uno de los religiosos más críticos de la actual jerarquía chilena.

Personas con pancartas protestando contra el papa
Manifestantes ante la visita del Papa a Santiago de Chile

Los disidentes de la diócesis de Osorno le han pedido a Mons. Barros varias veces que renuncie, sin resultados, han denunciado que el Papa no los ha escuchado y que cuando en 2015 Jorge Mario Bergoglio fue preguntado por el caso de la diócesis de Osorno, el Pontífice los calificó de "tontos" y "zurdos" y "sufren porque quieren".

Y el pasado 18 de enero el Papa Francisco dijo: "El día que me traigan una prueba en contra del obispo Barros ahí voy a hablar. No hay una sola prueba en contra. Todo es calumnia. ¿Está claro?", con cierto aire colérico y hasta decir molesto estas fueron las palabras del Papa; pero ya a su regreso a Roma tuvo palabras de reconsideración ante este hecho. Qué pensará el Papa Francisco hoy en día de esas palabras, ya que luego de que envió a un delegado a Chile a investigar los abusos de la jerarquía eclesiástica Chilena (en estas reuniones salieron muchas mas denuncias y con pruebas en mano) y luego tenga que reconocer que estaba equivocado. Que acciones debe tomar ya que han sido muchos los afectados de su actitud y palabras poco cristianas.
El caso del obispo de Osorno me trae a la memoria el caso de muchos otros obispos en nuestro país, que con prepotencia y hasta diría con sentido de omnipotencia hacen y deshacen en sus diócesis, en donde no hay nadie que les diga nada o que les pueda decir nada ni mucho menos denunciar o reclamar. Porque si se denuncia todos los obispos se encubren y son los justos que pagan las consecuencias por no seguir sus ordenes, ellos si acusados por no ser obedientes como si fueran simples borregos sin criterio para discernir lo que está bien o no. Obispos extranjeros que han llegado a nuestro país a enriquecerse de la manera mas vil y ruin de los pobres, que crean universidades y colegios para sus propios beneficios y que son capaces de ayudar a los demás, ya que no hay dinero para la caridad pero si para sus sueldos y operaciones en clínicas muy costosas y los curas del llano en el sistema de ayuda pública si necesitan alguna asistencia medica.

Que es lo que tenemos que hacer para que estos obispo, y hasta algunos curas, que creen que la Iglesia es su chacra que pueden sacar todo la su propio beneficio, hay que denunciarlos en los medios de comunicación muy laicos (por que en otros medios de comunicación ni caso te hacen), hacer carteles, quemar iglesias para que las denuncias puedan tener eco o que al fin el Papa se digne mandar un emisario para ver que las denuncias son verdaderas.

Cómo podemos aceptar el nuevo documento del Papa Francisco, sobre la santidad de los fieles, si dentro de la Iglesia hay curas pedófilos, homosexuales, con hijos que no los reconocen (o en el colmo del descaro los reconocen como hijos suyos y hasta los ponen de monaguillos cuando están más grandes); las reformas del Papa Francisco deben empezar por dentro de la propia Iglesia, ya que en el caso antes mencionado, los cardenales amigos de Francisco han estado implicados en estos casos atroces y terribles en contra de la Iglesia, que si cree en Dios.

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