Esta situación, podrá volver a ser posible en casos similares y aunque no deseable nos deja muchas lecciones: que si no se hace escándalo no nos prestan atención, porque para ser sinceros si los chilenos no hubieran manifestado todo su malestar contra el Obispo de Osorno tal vez todo se hubiera queda en nada, ya que Karadima está en una lujosa casa viviendo su retiro (como otros infractores, fundadores de varias congregaciones: Legionario de Cristo, Sodalicio de Vida Cristiana y el Instituto del Verbo Encarnado).
En este momento en que los obispos chilenos se preparan a encontrarse con el Papa Francisco, para solucionan en conjunto la metida de pata de todos (incluso el Papa) y establecer un plan de acción que los deje tan mal parados, como hasta ahora en una mala posición; surgen dos preguntas:
- Una es por la idoneidad de quienes serán nombrados obispos en reemplazo de los que eventualmente dejarán el cargo. Estos pueden llegar a ser nueve en un plazo relativamente breve. Preocupa quiénes llegarán a serlo ya que al menos más de uno sabia sobre este problema y ninguno dijo nada o expreso nada, así que quien puede ser digno?
- ¿Qué obispos nuevos podrán echarse sobre los hombros el peso de la masiva desconfianza de los fieles en sus autoridades? Estas, precisamente, han perdido autoridad. Hoy no basta la investidura. El común de los bautizados es mucho más crítico. Espera que los sacerdotes den cuenta de sus dichos y de sus actos y creo que es una buena actitud ya que no somos borregos que seguimos a uno tanto o más pecador que uno o que piensa que la iglesia es su chacra para usufructuar lo mas que pueda.
A efectos de elegir a los nuevos obispos, convendría elaborar un perfil de los candidatos de acuerdo a la realidad en la que se está y pareciera que lo mejor sería un candidato que conozca y vida la realidad; no uno traído de otros países (cosa que por lo general siempre ha sido para todos nuestros países de Hispanoamérica y lo peor que se creen en el deber de corregir y enseñarnos como debemos ser latinoamericanos, obispos o curas que en Europa han hecho perder la fe y que vienen América Latina y se creen la encarnación de la Sabiduría de Dios). A mi parecer, las personas podrían tener al menos estas tres características. Han de ser sujetos con una capacidad de conectarse emocional y culturalmente con todas las generaciones. Esta empatía no tiene por qué ser mera simpatía, sino aptitud para entender por dentro a la gente de esta época y su cultura, y compadecerse con los más diversos sufrimientos humanos, que muchas veces son parte de la misma historia cultural.
Por lo mismo, segunda característica, se requiere sujetos con una sólida formación como para tener una visión amplia que permita usar la enseñanza tradicional de la Iglesia para ayudar a las personas y no para oprimirlas con ella, ya que la Iglesia es Madre (usando sus palabras y una maligna madrastra que se aprovecha de sus hijos). Estas dos características se requieren conjuntamente. No puede ser que los obispos se perciban como alejados del sentir y del pensar del pueblo de Dios, obispos que viven burgueses en sus casas y acobijados con todo el dinero y no hacen anda por los que mas necesitan; algo que lamentablemente es muy presente entre la jerarquía eclesiástica: comen, visten y viven de manera opulenta y eso que viven de la divina providencia.
La tercera característica necesaria será la credibilidad. Los obispos deben ser fiables. Si a los católicos no les son confiables, en las actuales circunstancias de crisis de "fe", carecerán de un requisito indispensable. La fe en el cristianismo se transmite por testimonio de personas que acreditan que Dios, que nunca falla, les ha cambiado la vida. La fe no es ignorancia o un instrumento de manipulación para atontar a los fieles y hacerles creer que ellos son los buenos.
La segunda pregunta de suma importancia en el presente y para el futuro, es quién elegirá a los obispos y cómo se hará dicha elección. En la actualidad la hacen los papas informados por el nuncio de cada país que le presenta una terna de tres nombres y como manda el derecho canónico luego de haber hecho una severa investigación sobre los candidatos al episcopado.
Si Papa Francisco hubiera escuchado no solo a los obispos chilenos sino también al pueblo, en vez de oír a quienes lo desinformaron, la situación de Monseñor Juan Barros no habría llegado a mayores. Pero, independientemente de este grueso error del Papa Francisco, el problema es la legislación eclesiástica que concede un poder casi absoluto a los pontífices.
Protesta de los fieles de Osorno a la llegada de Mons. Barros
El caso es que el Papa Francisco, en estos momentos, carece de la institucionalidad adecuada para informarse acerca de unas nueve personas que podrán ser obispo. Si en el nombramiento de Juan Barros las presiones para mantenerlo y para bajarlo han sido enormes, la elección de los próximos nombres podría ser caótica.
Podría ser caótica porque el proceso de información necesario para nombrar los nuevos obispos no da abasto. ¿En quién confiará el Papa para nombrar a los nuevos obispos? El actual nuncio tiene enorme responsabilidad en la situación creada y sin Olvidad que la elección de Juan Barros y de los otro cuatro obispos de la camarilla de Karadima fueron elegidos por los informes emitidos por el nuncio en Chile, Monseñor Scapola.
Podría ser caótica porque el proceso de información necesario para nombrar los nuevos obispos no da abasto. ¿En quién confiará el Papa para nombrar a los nuevos obispos? El actual nuncio tiene enorme responsabilidad en la situación creada y sin Olvidad que la elección de Juan Barros y de los otro cuatro obispos de la camarilla de Karadima fueron elegidos por los informes emitidos por el nuncio en Chile, Monseñor Scapola.
Obispos involucrados en los casos de Abusos Sexuales y de Poder
Es de esperar que Mons. Scapolo (Nuncio Apostólico en Chile) no intervenga en nada, ya que por él en gran medida se ha vivido en Chile todo este problema, desde la elección de estos obispos hasta de no haber informado al Papa Francisco sobre la situación de las víctimas de Kadarima (porque se informó en la visita de Francisco a Chile estas víctimas no pudieron conversar con el Papa, es mas nunca se supo quienes fueron o si en verdad se dio esta reunión, porque en Perú el Papa Francisco no se reunió con ninguna víctimas de los casos de violencia sexual). Los obispos chilenos, en gran medida inocentes del "caso Barros", también se encuentran desacreditados. ¿Le creerá Francisco a unos y no a otros? ¿Quién es quién? El Papa Francisco puede resolver el problema "a la personal", con lo cual arriesga reincidir en la práctica que ha generado esta crisis.
Esto me hace pensar en la posibilidad de que el Papa Francisco nombre a una persona de suma confianza, como hizo con Mons. Charles Scicluna (que monte un mecanismo ad hoc para reunir la información necesaria y para que ayude a evaluarla, y que dilataría mas la solución ya que en este tiempo las diócesis implicadas no pueden quedarse sin autoridad). En muchas instituciones existen comités de búsqueda que cumplen esta función. Conozco los mecanismos de la Pontificia Universidad Católica del Perú que todavía están en diálogos pero que no se ha llegado a nada en concreto sobre su situación, ya van varios años.
¿No tendrán nada que decir en la elección de los próximos nuevos obispos chilenos los sacerdotes, los religiosos y las religiosas, los laicos y las laicas? Los jóvenes, ¿no pudieran ayudar a forjar el perfil de obispo que se necesita?
Nullus invitis detur episcopus, sostenía el Papa Celestino, es decir "que no haya ningún obispo impuesto". Tal vez el "caso chileno" abra las puertas a una iglesia más democrática. La actual se asfixia por escasa participación de sus integrantes, y caemos en una situación de autoritarismo eclesial, una monarquía absolutista que aun está vigente.
Y en Perú ¿qué tenemos que hacer?, ya los mismo chilenos al ser consultados que en nuestro país el Papa Francisco había sido recibido de mejor manera y que también había problemas y que aquí no se había hecho nada en su contra, ellos dijeron que son más cultos y puede ser cierto. Y lo dijo por las siguientes razones:
- Al menos en Lima capital se sabe de un obispo que al momento que asumió la dirección de su diócesis casi obligó a todas las religiosas a tener a un director espiritual de su propia comunidad religiosa, que varios sacerdotes se quejaron ante los medios de comunicación que habían amenazado de muerte sino cumplían las directrices del Obispo, que dicho sea de paso es español, que en todas las parroquias de la diócesis hay un cura administrador de los bienes que pertenece a su congregación y los párrocos prácticamente arrinconados en sus propias parroquias, que literalmente les ha despagado de los colegios que eran dirigidos por religiosas y que ahora están bajo su guía y cuidado.
- Otro obispo, esta vez italiano, tiene más de ocho colegios que según él son de ayuda social y que no es verdad ya que las pensiones son más costosas que los colegios privados, que tiene universidad y pasa lo mismo, que les vende a los estudiantes todo e incluso lo que recibe de donación, que siempre se queja que no tiene ingresos pero de donde ha construido tanto colegio varias sedes de la universidad que tiene (o será cierto que tiene una constructora y que se aprovecha incluso del plan de vivienda del estado) y no ha podido al menos construirse una catedral para la diócesis, o es que se aprovecha de las ventajas tributarias para conseguir sus ganancias ya que no hay ninguna ayuda para los que de verdad necesitan. Y eso que no profundizamos sobre tantos encubrimientos como curas con hijos, homosexuales, borrachos y vividores, que hay en la diócesis y no hace nada por corregir el problema. Y lo peor que cuando era presidente de Caritas Perú se perdieron más de tres millones de soles y más de un millón de euros, dinero que es estrictamente para los pobres pero que nunca llegaron para ellos, pero eso nunca se supo de ese dinero y eso que fue denunciado por un canal de televisión, lo lamentable de nuestra realidad las noticias no duran o no tenemos memoria.
- El obispo que trago de la madre patria a un cura pedófilo que está pagando prisión preventiva por abusas sexualmente de menores de edad, acaso el no tiene culpa por este caso, no escucho a las víctimas es mas quería mandar al cura a la ciudad capital y hasta recluirlo en la catedral para evitar el ajusticiamiento del pueblo, que si no hubiera sido por ellos seguro que sería otro caso de impunidad.
- El obispo del norte del Perú, que ha sido por varias veces presidente de la conferencia Episcopal y que se dice, secreto a voces en toda la conferencia, que se ha aprovechado de muchos dinero (que no debemos olvidad que se manejan millones y millones que no son fiscalizados por nadie) ; además un cura murió ahogado en una playa norteña en compañía de dos seminaristas y monaguillos, la pregunta por qué fueron solo quien les dio permiso ya que por lo que sabe cuando se está en el seminario uno vive bajo la supervisión de un superior; los chicos menores edad salieron con la autorización de sus padres o es que se les dio una compensación para que no dijeran mas. No olvidemos que cuando sucedió el fenómeno del Niño muchas de las ayudas llegaron a esta jurisdicción eclesiástica, incluso un dinero del Vaticano, y es por todos sabido que en el norte no se ha hecho es nada, y para guardar apariencias se cubrió todos los lugares que no estaban reconstruidos cuando el Papa Francisco visito el norte de nuestro País.
Porque tenemos que seguir cayados, porque no levantar nuestras voces de protesta por estas y muchas otras situaciones que pasan, por que miramos a otro lado; porque no se habla o se denuncia todo; es que Dios perdona el pecado y no el escándalo. Creo que ya es hora de hablar, de exigir coherencia de vida a quienes dicen vivir por la verdad de la Fe; no somos nosotros quienes vamos a misa, damos limosnas y ayudamos porque creemos que será para los más pobres y no para que estos curas y obispos se aprovechen de nosotros, basta ya seguimos una fe no como borregos sino como personas con criterio e inteligencia.
Juan Carlos Claret, activista de diócesis de Osorno
Pedro Salinas habla sobre la visita del Papa Francisco