viernes, 14 de septiembre de 2018

El Papa Francisco ordena investigar otro caso de abusos de un Obispo Estadounidense

El anuncio llegó cuando la cúpula eclesial de EE UU, incluido el primo del acusado, se encontraban reunidos con el Papa Francisco este día jueves para tratar el asunto de los abusos a menores.

El Papa, durante su reunión con la cúpula eclesial de EEUU.
El Papa Francisco y la los obispos de los Estados Unidos el jueves pasado

La Iglesia Católica, en medio de una crisis histórica a causa de los escándalos por abusos sexuales a menores y adultos vulnerables, ya no tiene ningún margen de reacción ante este tipo de asuntos. Este jueves el Papa Francisco, día en que se reunía con la cúpula de la Iglesia en EE UU por ese motivo, ha abierto una investigación contra otro presunto abusador en ese país. En este caso se trata del obispo de Virginia Oeste, Michael J. Bransfield, acusado de acosar a hombres mayores de edad. Papa Francisco ha aceptado su renuncia voluntaria (puesto que cumplía 75 años y es la excusa que usa el Vaticano) y ordenado la apertura de unas pesquisas que determinarán el alcance de los abusos y el vínculo que Bransfield tenía con el ex-cardenal Theodore MCCarrick, obligado a renunciar también en julio por una denuncia similar. Casualmente, el primo de Bransfield, se encontraba en la comitiva de cuatro miembros que despacha con el Papa.

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Michael J. Bransfield, acusado por el abusos sexuales

Para algunos, la conservadora iglesia de EE.UU, que aspiraba a ganar poder e influencia y colocar a alguno de sus cardenales entre los próximos papables, está profundamente tocada por los escándalos de abusos y solo aspira ahora a la regeneración total. Entre 1950 y 2015, según el National Catholic Reporter, se ha gastado 4.000 millones de dólares (unos 3.421 millones de euros) en indemnizaciones para silenciar las denuncias de las víctimas. Al tremendo escándalo de Boston, se sumó este verano a la lista de 1000 víctimas reveladas por el informe del Gran Jurado de Pensilvania (que incluye a seis diócesis eclesiásticas) y los casos de abusos a seminaristas de McCarrick, a quien el Papa Francisco retiró la birreta cardenalicia en una decisión insólita en los últimos 80 años. La renuncia de Mons. Michael J. Bransfield, pese a ser voluntaria, no se hubiera aceptado de una forma tan rápida si no fuera por el escándalo por unos hechos que se remontan a 2007 y por los que ya había como testigo en un tribunal. El obispo de Baltimore, William Lori, sustituirá temporalmente a Bransfield y se encargará de recibir más denuncias. De hecho, ha abierto ya una línea telefónica para que pueda presentarse otros casos y la investigación, que podría destapar otro gran escándalo, prosiga su curso.

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Mons. William Lori, sustituto del acusado obispo Bransfield 

La noticia llegó justo cuando la cúpula de la Iglesia en los Estados Unidos; acompañados por el Arzobispo de Boston, el cardenal Sean O’Malley, visitaba al Pontífice para abordar la cuestión y presentarle un supuesto plan de regeneración. Lo más insólito es que entre los cuatro miembros de la comitiva, se encontraba monseñor Brian Bransfield, secretario general de la Conferencia Episcopal de EE UU y primo directo del obispo investigado. Un síntoma más del entrelazamiento que ha permitido durante años la cobertura de tantísimos abusos.

Mons. Brian Bransfield, primo del obispo acusado de violación

La reunión fue larga y fructífera, según los asistentes, pero sin acciones en concreto. Y como de costumbre, solo trascendió un escueto comunicado de la Conferencia Episcopal de EE UU en el que sonó el violín y no hubo rastro de la investigación que su presidente, Mons. Daniel DiNardo, había anunciado que pediría al Vaticano sobre su presunto conocimiento de los abusos de McCarrick desde el año 2000. "Estamos muy agradecidos al Santo Padre por habernos recibido en esta audiencia. Compartimos con el Papa Francisco nuestra situación en Estados Unidos. Cómo el cuerpo de Cristo está lacerado por el diablo de los abusos sexuales. Él escuchó desde lo más profundo de su corazón. Fue un intercambio extenso, fructífero y positivo". El intercambio, se espera ahora, se convertirá en una profunda depuración de responsabilidades.

El Vaticano llama criminales a los curas abusadores de Pensilvania y pide que asuman responsabilidades
El Vaticano siente "vergüenza y dolor" después de que la Corte Suprema de Pensilvania (EE UU) publicará un informe que documenta un millar de casos de abusos sexuales perpetrados por sacerdotes por mas de setenta años y al parecer encubiertos por las autoridades eclesiásticas. En un comunicado publicado por la Santa Sede considera que tanto los pederastas como quienes permitieron las agresiones sexuales deberían asumir responsabilidades: "La Iglesia debe aprender duras lecciones de su pasado y debería haber asunción de responsabilidad tanto por parte de los abusadores como por parte de los que permitieron que se produjera".


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Preocupación del Papa por los crecientes casos de abusos sexuales en la Iglesia

La Santa Sede ha calificado de "criminales" los abusos de sacerdotes a menores. "Los abusos descritos en el informe son criminales y moralmente reprobables. Estos hechos han traicionado la confianza y han robado a las víctimas su dignidad y su fe", ha explicado el director de la oficina de prensa de la Santa Sede, Greg Burke, en el texto.

La nota oficial recalca que "la Santa Sede condena inequívocamente el abuso sexual de menores" y subraya que "las víctimas deben saber que el Papa está de su parte". "Aquellos que han sufrido son su prioridad y la Iglesia quiere escucharlos para erradicar este trágico horror que destruye la vida de los inocentes", prosigue. El portavoz del Vaticano ha señalado que la mayor parte del informe hecho público hace semanas sobre los casos de pederastia en Pensilvania se refiere a abusos cometidos antes de los primeros años del 2000. "La Santa Sede empuja a estar en constante reforma y vigilancia en todos los niveles de la Iglesia Católica, para garantizar la protección de los menores y de los adultos vulnerables. Subraya también la necesidad de obedecer a la legislación civil, incluida la obligación de denunciar los casos de abusos a menores", dice el comunicado.

El Papa Francisco, según sostiene el comunicado, "comprende bien cuánto pueden sacudir la fe y el ánimo de los creyentes estos crímenes y reitera el llamamiento a hacer todos los esfuerzos posibles para crear un ambiente seguro para los menores y los adultos vulnerables en la Iglesia y en toda la sociedad". Quien es el primer responsable de velar que las propias leyes de la Iglesia se cumplan (el celibato y la coherencia de vida) y no de generar un cultura del encubrimiento y doble moral; muchos de los denunciantes solo han recibido de la Iglesia reproches, acusaciones y descrédito, esa es la forma de crear cambios y cero tolerancia en los casos de abusos sexuales. 

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