viernes, 17 de agosto de 2018

Escándalo en la Iglesia de Pensilvania

Más de 300 sacerdotes acusados de abuso sexual en Pensilvania (U.S.A) en una reciente investigación y presentación de un exhaustivo informe del gran jurado estatal identifica a más de 1.000 víctimas infantiles desde los años 70 y que han sido encubiertos por la Iglesia.

300 sacerdotes involucrados y 1 000 víctimas de Abusos Sexuales en E.E.U.U.


Un terremoto eclesiástico sacude a Pensilvania. Un brutal informe del gran jurado ha revelado este martes 14 de agosto que más de 300 sacerdotes abusaron de niñas y niños durante las últimas siete décadas. Esta investigación, que logró identificar a más de 1 000 víctimas infantiles, es la más exhaustiva que se ha llevado a cabo sobre el abuso sexual de la Iglesia Católica en los Estados Unidos. El fiscal general del Estado, Josh Shapiro, entregó los escabrosos detalles del documento, donde se concluye un "encubrimiento sistemático por parte de altos funcionarios de la iglesia en Pensilvania y en el Vaticano".
Los sacerdotes que estaban al tanto de la situación decidieron proteger a la Iglesia y a los abusadores, antes que a las víctimas: "Lo principal no era ayudar a las niños, sino evitar el escándalo", dijo Josh Shapiro (fiscal General del Estado de Pensilvania) en una rueda de prensa. Como consecuencia del encubrimiento, "casi todos los casos de abuso que encontramos son demasiado viejos para ser enjuiciados", aclaran los investigadores en el informe. Y aunque consiguieron identificar a más de mil víctimas infantiles, remarcan que el número real (entre los casos que se perdieron y los de los niños que no se atrevieron a acusar) es "miles".
Abusos Sexuales el metástasis de la Iglesia Católica

El documento de casi 1 400 páginas publicado por la Corte Suprema de Pensilvania describe el comportamiento de los sacerdotes pederastas de seis de las ocho diócesis del Estado, entre las que se encuentran Harrisburg, Pittsburgh, Allentown, Scranton, Erie y Greensburg. La mayoría de las víctimas eran adolescentes y pre-adolescentes: "Algunos fueron manipulados con alcohol o pornografía. A algunos les hicieron masturbar a sus agresores, o fueron manoseados por ellos. Algunos fueron violados oralmente, algunos vaginalmente, algunos analmente", denuncia el texto.

La investigación acusa a los líderes de la Iglesia de desalentar a las víctimas de denunciar los crímenes. "Varios administradores diocesanos, incluidos los obispos, a menudo disuadieron a las víctimas de denunciar abusos a la policía, presionaron a las fuerzas del orden público para que cancelaran o evitaran una investigación o llevaron a cabo su propia investigación deficiente y sesgada sin informar los crímenes contra los niños a las autoridades correspondientes", reza el documento.

El fiscal Josh Shapiro narró algunos detalles de los abusadores, como que le entregaban cruces de oro a los niños abusados para distinguirlos de los otros. También contó el caso de una niña que fue violada por un sacerdote y que quedó embarazada. Josh Shapiro leyó una nota donde un religioso mostraba su empatía y compasión por la situación que estaba viviendo. La carta estaba dirigida al violador, no a la víctima. La red de protección entre los religiosos queda de manifiesto en una serie de historias que describe el documento. En la diócesis de Erie, por ejemplo, un sacerdote le confiesa al obispo que violó al menos 15 niños, uno de ellos de siete años. El líder religioso lo felicita por ser una persona "sincera" y por lograr "avanzar en su adicción".

La publicación sale a la luz semanas después de que Theodore McCarrick, un ex-arzobispo de Washington de 88 años, renunciara como cardenal. La destacada figura en la iglesia estadounidense presentó su dimisión al Papa Francisco después de que se le acusara de abusar sexualmente de niños y adultos desde el inicio de su vida religiosa, hace medio siglo atrás.

Suspensión del Cardenal Theodore McCarrick

Uno de los casos más sonados de abuso sexual dentro de la Iglesia Católica de Estados Unidos tuvo lugar en Boston. En el año 2002, el periódico The Boston Glove publicó una investigación donde aparecían 87 sacerdotes pederastas en los últimos 30 años. El reportaje, que inspiró la película ganadora del Oscar Spotlight, también develaba cómo las altas esferas eclesiásticas permitieron que los abusadores volvieran al ministerio público de su sacerdocio, tras cortas estancias en centros de rehabilitación. Ese reportaje destapó una olla de casos silenciados e ignorados no solo en Boston, sino que en todo Estados Unidos. El principal implicado en estas denuncias era el Cardenal Bernard Law quien fue refugiado en el Vaticano para evitar las acusaciones en los E.E.U.U.


Quién fue el Cardenal Bernad Law

Luego que se dio a conocer el informe sobre los 300 sacerdotes involucrados en casos de Abusos Sexuales en Pensilvania el Vaticano se manifestó en sobre el caso asegura que las víctimas cuentan con el apoyo del Papa Francisco, también manifiesta su dolor y vergüenza sobre estos casos; hechos que ha robado la confianza y han robado a las víctimas su dignidad y su fe; pero hasta donde llega estas palabras ya que en Chile hasta hoy no se dan acciones concretas sobre los casos de Abusos sexuales (hasta hoy solo han sido removidos de su cargo cinco obispos implicados en encubrimientos de los cuales tres fueron destituidos por limite de edad y de los otros dos no se menciona de manera clara el motivo de la destitución), es por este motivo que estas palabras más parecen un manifiesto obligado debido a la denuncia que un manifiesto de acciones concretas: ellos saben quién fueron los culpables y que deberían tomar acciones ejemplares para corregir estos DELITOS. 


Manifiesto del Vaticano

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Los salesianos chilenos envía a Roma y a la Fiscalía los antecedentes de tres curas denunciados por pederastia

La Congregación de los Salesianos en Chile ha enviado los antecedentes, tanto al Vaticano como a la Fiscalía del país, de tres sacerdotes de...