Cardenal Ezzati anuncia que no presidirá el "Te Deum" por fiestas patrias Chilenas
El cardenal Ricardo Ezzati, finalmente, no presidirá el "Te Deum" del próximo 18 de septiembre. "Considero prudente no encabezarlo", apuntó el purpurado en una nota, tras el anuncio del presidente Sebastián Piñera de no acudir si iba el arzobispo de Santiago. La noticia se conoce poco después de que concluya la Asamblea Plenaria Extraordinaria del Episcopado chileno, y después de que la Cancillería chilena solicitará a la Santa Sede que nombre ya al sucesor de Ezzati, quien presentó su renuncia el pasado mes de mayo. Hay que recordar que el 21 de agosto próximo, Ezzati declarará como imputado en la trama de abusos sexuales y encubrimiento que azota a la Iglesia chilena. "Como pastor quiero contribuir a la construcción de un mayor clima de confianza y de convivencia nacional, y espero que esta decisión sea un paso en esa línea, que permita celebrar con mayor armonía una fecha importante para el país", manifestó el Cardenal Ezzati.
Reacciones sobre el Cardenal Ricardo Ezzati
El caso de Chile en el Vaticano
En los últimos meses, el Cardenal Ouellet no ha sido protagonista en el proceso de recambio que enfrenta la Iglesia chilena. El llamado "caso Chile" es particular. En él, el Papa Francisco trabaja directamente. Incluso tiene un equipo paralelo, encabezado por Mons. Jordi Bertomeu (quien en dos ocasiones ha visitado Chile como enviado papal). El cardenal canadiense es cercano al decano del Colegio Cardenalicio, Angelo Sodano, sindicado como uno de los principales representantes de los sectores que se resisten a la reforma a la curia que promueve el Papa.
Pero aunque el cardenal Ouellet no ha sido parte de ese proceso, ni siquiera el Papa Francisco puede saltarse la milenaria burocracia vaticana y requiere de la oficina que dirige el cardenal canadiense para oficializar los cambios. El Papa Francisco no se reunía con el cardenal Ouellet desde el 30 de junio.
Cardenal Ouellet y el Papa Francisco
La urgencia tenía nombre y apellido: Ricardo Ezzati.
En los pasillos de la Santa Sede hay nerviosismo y gran preocupación por la pérdida de prestigio y credibilidad de la Iglesia en Chile. Además, todo se precipitó con el anuncio del fiscal regional de Rancagua, Emiliano Arias. El cardenal Ricardo Ezzati deberá declarar como imputado el próximo 21 de agosto. Fuentes conocedoras del proceso que se lleva adelante en el Vaticano aseguran que, tras la movida de la fiscalía, el Papa decidió apresurar la salida definitiva del Cardenal Ezzati. Había que poner fin a una decisión que se había prolongado por demasiado tiempo.
La continuidad del cardenal Ezzati en Santiago de Chile se convirtió en un problema urgente. En especial por la proximidad del Te Deum, una de las celebraciones ecuménicas más importantes que tiene lugar en la Catedral Metropolitana. Y que, en su calidad de arzobispo de Santiago, debería celebrar Mons. Ricardo Ezzati. En los últimos días, jefes de partidos, parlamentarios y hasta la presidenta de la Cámara de Diputados habían advertido que no asistirán al Te Deum si es que el cardenal Ezzati encabeza la celebración. Incluso, el Presidente Sebastián Piñera puso su asistencia en duda y mandó a la Cancillería a transmitirle un mensaje al Vaticano: el gobierno valoraría una pronta definición sobre la continuidad del arzobispo.
Para el cardenal Ezzati, el tiempo se agotó. El Papa Francisco urgió a su asesor estrella, el joven Monseñor Jordi Bertomeu, a apresurar la búsqueda del sucesor del arzobispo de Santiago. Con una fecha límite: a más tardar el viernes 3 de agosto, el día previo a su reunión con el prefecto de los obispos, Marc Ouellet, Mons. Jordi Bertomeu debía entregarle una lista acotada, de tres o cuatro nombres.
Cardenal Ezzati y el Papa Francisco
En simple, el equipo son los oídos y ojos del Papa Francisco.
Los pasos de Mons. Jordi Bertomeu en relación a Chile tenían un principio y un final. Son cinco personas, con Mons. Bertomeu a la cabeza. Dos de los miembros están en Roma y cada uno de ellos se comunica, de manera independiente, con otras dos personas que están en Chile. Todo en estricta reserva para todo es la primera regla.
Los dos miembros del equipo que están en Chile se encargan de preguntar por posibles candidatos. El primer requisito es excluyente: el candidato en cuestión no puede tener ningún antecedente, de ningún tipo, que ensucie su hoja de vida. Si el candidato pasa esa etapa, los dos chilenos preguntan en cada diócesis por ellos.
Monseñor Jordi Bertomeu
La primera opción de Papa Francisco era atrevida. El Papa quería dar una señal y nombrar a un presbítero chileno como arzobispo de Santiago. Sería muy radical y revolucionario que nombrara a un cura como arzobispo, dice un funcionario del arzobispado de esta ciudad.
Fuentes del clero aseguran que se sondearon tres candidatos: los jesuitas Pablo Walker y Juan Díaz, y el provincial de los franciscanos en Chile, Isauro Covili.
Pablo Walker, explican algunos conocedores, habría dicho que no. De hecho, actualmente está en México. Los dos restantes, Juan Díaz y Isauro Covili, habrían quedado descartados. Cercanos a la Iglesia aseguran que la razón fue tener vínculos con sacerdotes acusados de abusos.
La segunda opción del Papa Francisco es elegir a alguien entre los obispos chilenos existentes. Surgieron dos nombres. Uno es conocido: Mons. Fernando Chomalí, actual arzobispo de Concepción, suena hace tiempo como sucesor de Ezzati. Pero su candidatura tambalea luego de que se conocieran denuncias de abusos sexuales en su arquidiócesis. Además, dicen fuentes eclesiásticas, debe ordenar los problemas económicos que sufre su propia diócesis. Y Roma lo sabe.
Mons. Fernando Chomalí y el Papa Francisco
El otro nombre con más posibilidades, hasta ahora, era desconocido. Mons. Ignacio Ducasse, a cargo de la Arquidiócesis de Antofagasta, es el segundo candidato. El mismo que se vio muy cercano al Cardenal Ricardo Ezzati en las reuniones de la Conferencia Episcopal en Punta de Tralca. El problema con Mons. Ducasse es que debe estar completamente "limpio". Sin ningún antecedente. Y en el Vaticano miran con inquietud su paso por el Seminario Pontificio Mayor, del que fue rector entre 1994 y 2002. Mons. Ducasse no tiene denuncias directas por abusos sexuales. Pero en su historial pesan ciertos episodios y conexiones. Mientras era rector, cuatro seminaristas se fueron. Nadie sabe por qué. Incluso, a Roma llegó una carta en la que un seminarista relata situaciones respecto de otro sacerdote, ocurridas durante la gestión de Mons. Ducasse. Su periodo en el seminario coincidió con dos sacerdotes del círculo más cercano de Fernando Karadima. Primero con Andrés Arteaga, quien fue director de estudios, y luego con Rodrigo Polanco, en el mismo cargo. Mons. Ducasse trabajó con los "Karadima" en puestos claves. En octubre de 2010 se dio a conocer el caso de Rimsky Rojas que estalló en Valdivia, mientras estaba en el Instituto Salesiano. En aquella época, el obispo de Valdivia era Mons. Ignacio Ducasse. Un detalle: El cardenal Ricardo Ezzati era prefecto de los salesianos y él mismo se hizo cargo del caso. La denuncia llegó incluso a la fiscalía. Este mismo antecedente llegó en febrero pasado a los oídos de Mons. Charles Scicluna, arzobispo de Malta y enviado especial del Papa a Chile. Marcelo Vargas, denunciante de Rimsky Rojas, le contó del silencio de Mons. Ducasse.
Mons. Ignacio Ducasse
La última opción como una solución para el cargo de Arzobispo de Santiago es elegir a un extranjero. Si bien hace meses la idea sonaba descabellada, hoy hay quienes creen que puede ser una buena salida para el Papa Francisco. Dos europeos y un latinoamericano estarían en carrera. Este último, dicen cercanos al clero, sería el uruguayo Carlos María Collazzi, actual obispo de Mercedes y el mismo que visitó en 2012 Chile para investigar la Pía Unión Sacerdotal de Fernando Karadima. De los tres extranjeros solo hay un nombre seguro dentro del grupo de candidatos, el más popular: el propio Jordi Bertomeu.
La señal
El Papa Francisco tiene dos factores en contra para tomar su decisión para Santiago de Chile: debe hacerlo rápido y no puede cometer errores. La decisión, dicen fuentes eclesiásticas, debe tomarse antes del 22 de agosto. Ese día, el Papa Francisco se "desconectará" para preparar su viaje a Irlanda, el 25 y 26 de agosto.
El equipo de seguimiento y búsqueda también tiene que actuar rápido. Tener al Cardenal Ezzati por mas tiempo podría profundizar aún más la crisis que vive la Iglesia. Aunque la solución para Santiago puede ser más simple de lo que parece. Puede estar a la vista de todos. Incluso del Papa Francisco.
Desde su primera visita a Chile, junto a monseñor Scicluna, la figura de Jordi Bertomeu destacó. El Papa Francisco, en la carta enviada a los obispos chilenos, lo alabó. Nunca se había visto un documento papal en el que se alabara tanto a un sacerdote en específico. Por petición expresa del Papa, Bertomeu no solo siguió trabajando en el "informe Scicluna", además fue el anfitrión de los dos grupos de víctimas de Fernando Karadima.
El nombre del español siempre ha estado sobre la mesa como posible administrador apostólico de Santiago. Aunque sería raro que lo movieran de Roma. En especial por el rol que podría cumplir en la reforma a la curia de Francisco. Aunque, dicen algunos vaticanistas, el futuro de su papado depende de la intervención a la Iglesia chilena.
Jordi Bertomeu tal vez el futuro Arzobispo de Santiago
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