Mons. Peter Comensoli, arzobispo de Melbourne
Los fieles católicos han pedido a Mons. Comensoli que suspenda la reunión, sin éxito. Según los expertos, el arzobispo ha sabido sobre del "encuentro" durante meses. El evento se anunció, en presencia de Mons. Comensoli, el pasado noviembre, durante un día de reflexión para los empleados de la arquidiócesis. Según se informa, muchos miembros del personal se sorprendieron ante la posibilidad de consultar a homosexuales activos sobre la mejor manera de hacer avanzar a la Iglesia. Ellos esperaban que Mons. Comensoli más tarde detendría la sesión discretamente, a puerta cerrada.
Pero no lo hizo. De hecho, desde entonces ha surgido que Mary Ryan, coordinadora de la formación de adultos en la fe para la Oficina de Evangelización del Arzobispo, facilitará la conferencia, mientras que el Obispo Auxiliar de Mons. Comensoli, Mons. Mark Edwards, servirá como orador destacado.
Mons. Mark Edwards, Obispo Auxiliar de Melbourne
El evento de este 6 de febrero es parte del " Consejo Plenario 2020 ", una consulta nacional ostensiblemente diseñada para apuntalar la Iglesia australiana, que ha sido diezmada por años de escándalos de abuso sexual, colapsos vocacionales y cierres parroquiales.
Un componente clave del proceso del Consejo Plenario, las sesiones de "escucha y diálogo" sirven como una plataforma en la que los católicos, y los no católicos, son invitados a exponer su visión de cómo la Iglesia debe cambiar para corresponder a los nuevos tiempos. Hacia ese fin, desde 2018, los católicos de todo el país han estado analizando la pregunta central del Consejo Plenario: "¿Qué crees que Dios nos está pidiendo en Australia en este momento?"
Los organizadores explican estos encuentros "nos ayudan a prepararnos para escuchar a Dios escuchándonos unos a otros".
En octubre de 2020, los líderes episcopales se reunirán en la ciudad de Adelaida para "discernir", según los comentarios de los laicos, "lo que Dios nos está pidiendo". El Consejo Plenario concluirá en una reunión final a mediados de 2021, en la que la jerarquía implementará cambios radicales basados en "los resultados de su discernimiento". Las decisiones tomadas en el consejo, señalan los organizadores, serán "vinculantes para la Iglesia Católica en Australia".
Entre los fieles católicos de Australia, crece la preocupación de que estas sesiones se utilizarán como pretexto para promulgar cambios radicales en la disciplina de la Iglesia. Señalan el hecho de que Lana Turvey-Collins, facilitadora nacional del Consejo Plenario, es una promotora del matrimonio entre personas del mismo sexo. Al parecer, Turvey-Collins llenó sus cuentas de redes sociales con imágenes de la bandera del arco iris en el período previo al referéndum nacional sobre el matrimonio gay en 2017, eliminandolas solo después de que los obispos del país designarán a su facilitador.
Además, los fieles están preocupados por el lenguaje utilizado por los líderes de la iniciativa. En un mensaje de video presentando el Consejo Plenario, Arzobispo de Perth, Mons. Timothy Costelloe describió la reunión nacional como "un llamado a la acción", sugiriendo que Dios está hablando a los fieles australianos "de todas las maneras". "Antes que nada, nuestro trabajo es escuchar", insistió. "Tendremos que escuchar muchas voces diferentes, porque Dios habla de muchas maneras diferentes, algunas de ellas probablemente nos sorprenderán". Mons. Costelloe explicó que durante los "encuentros de diálogo y escucha," Dios hablará "a través de las realidades de nuestras propias vidas y los desafíos de nuestros tiempos", una declaración ambigua que parecía elevar la experiencia personal junto con la Sagrada Escritura y la Tradición.
Arzobispo de Perth (Australia) Mons. Timothy Costelloe
Pero los asediados fieles de Australia cuestionan la afirmación de Mons. Costelloe. Desde el lanzamiento del proceso de "escucha y diálogo" el año pasado, han luchado para hacer que sus voces se escuchen en medio de una cacofonía de disensión. Muchos informan que los líderes de la Iglesia están ignorando sus pedidos de refuerzo de la doctrina y la reverencia litúrgica, y en cambio son demandas de absolución general, aprobación de la anticoncepción, relajación de toda moralidad sexual y ordenación del clero femenino (sacerdotes y diáconos), así como Sacerdotes casados.
Los católicos de Melbourne han experimentado todo esto. Pero el "Encuentro con la comunidad LGBTIQA +", es una causa excepcional de escándalo. "Esto es diferente", dijo un sacerdote local, "Esto es diferente, porque está patrocinado por una arquidiócesis, con la aprobación de un arzobispo y su auxiliar como orador principal". Para agravar la desgracia, señaló, el hecho es que los socios de la sesión incluyen organizaciones que contribuyeron a impulsar el "matrimonio" entre personas del mismo sexo en 2017.
El radical izquierdista del Gobierno del estado victoriano del primer ministro Daniel Andrews, un católico autoidentificado, ha nombrado al Comisionado victoriano de Género y Sexualidad Ro Allen como un colaborador clave de la sesión. La administración de Andrews, descrita como "rabiosamente anti-católica", promueve activamente el aborto, la eutanasia y el "género ... intersexualidad y diversidad sexual en las escuelas".
Primer ministro Daniel Andrews
Otro socio importante es la Aceptación de Melbourne (AM), un grupo de defensa de los homosexuales que cabildea en nombre de los católicos "que se identifican como lesbianas, gays, transexuales bisexuales, intersexuales y queer". Rechazando la enseñanza católica sobre la castidad y la sexualidad, AM está decidida a transformar a la Iglesia en Australia en un cuerpo que "abraza y acoge la diversidad, y es inclusiva y abierta a todos los que se identifican como LGBTIQ, apoyando su integración de fe, sexualidad e identidad de género. "
En junio pasado, los fieles sacerdotes y laicos de Melbourne saludaron la cita de Mons. Comensoli con esperanza y apoyo en oración. Pero ahora, están cada vez más preocupados de que el arzobispo esté dispuesto a respaldar una agenda liberal. Su selección por parte del Papa Francisco para servir en el comité central del Sínodo Juvenil en octubre pasado en Roma, dicen, junto con su bendición del "encuentro LGBTIQA +", son signos nefastos.
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