El sacerdote que el pasado 30 de enero fue detenido y pasó a disposición judicial en Málaga, en el marco de la
"Operación Sandrina", y que está acusado de
"corrupción de menores y abusos sexuales", pertenece a la diócesis de Alcalá de Henares. El Obispado ha emitido una nota en la que pide
"perdón a las posibles víctimas" y anuncia que ha suspendido cautelarmente al cura.
El cura, que se encontraba en Málaga por motivos familiares, ya fue detenido en agosto en el mismo procedimiento. En ese momento, el Obispado de Málaga pidió perdón a las posibles víctimas, sin que trascendiera a qué diócesis pertenecía. Sólo se afirmaba que era
"de una diócesis de Madrid". Ahora ya se conoce que el Obispado en cuestión era el gobernado por Mons. Juan Antonio Reig. En un comunicado, la diócesis de Alcalá ha anunciado que ya en agosto se abrió un proceso canónico, cuya documentación
"se envió a la Congregación para la Doctrina de la Fe".
Tras las noticias, Mons. Reig Plá
"ha ordenado ampliar el expediente iniciado en el proceso canónico, de modo que se proceda a la pertinente "investigación previa" (C.I.C. cc. 1717-1731) con la nueva información ahora hecha pública", que después volverá a enviarse a Roma.
El cura está acusado de distribuir pornografia infantil
"Quedando a salvo los derechos del investigado y su presunción de inocencia, el Obispado de Alcalá de Henares reitera su compromiso con la verdad y la justicia y el rechazo absoluto ante los delitos - y pecados - referidos a la pornografía infantil o a otros que conculcan la dignidad y derechos de los menores, de los adultos vulnerables o en situación de vulnerabilidad, o de cualquier otra persona", se lee en el comunicado.
En el mismo, la diócesis exhorta
"a las víctimas o sus tutores u otras personas a informar" de posibles
"conductas inmorales de clérigos, religiosos o laicos (en el ejercicio de su ministerio o servicio) que estén vinculados con nuestra diócesis; y particularmente en lo que respecta a posibles delitos referidos a la pornografía infantil o a los abusos a menores y adultos vulnerables o en situación de vulnerabilidad". Finalmente, la diócesis
"pide perdón a las posibles víctimas e invita a todos los fieles a orar por ellas, por sus familias, por la Iglesia, sus ministros y colaboradores, y también por la conversión de quienes cometen tan execrables hechos".
El sacerdote se encuentra detenido por estos delitos
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