Cardenal Francisco Javier Errázuriz, miembro del C 9
Lo que era un rumor se ha confirmado oficialmente. El Arzobispado de Santiago de Chile ha informado que el cardenal Francisco Javier Errázuriz no acudirá a la cita con el Papa Francisco en Roma, a la que han sido convocados todos los obispos chilenos.
Cardenal Errázuriz, uno de los miembros del C 9 (se supone que también hombre de confianza y cercanía con el Papa Francisco), es señalado como uno de los principales responsables (junto al Nuncio Apostólico Monseñor Scapolo) del “caso Barros”, que ha desembocado en la mayor crisis en la historia de la Iglesia chilena.
Fuentes oficiales confirmaron que el Cardenal Errázuriz se ausentará "por motivos personales", sin dar más detalles sobre su ausencia a esta reunión con el Santo Padre. La ausencia del purpurado no será la única ausencia que está confirmada. Tampoco irán Monseñor Andrés Arteaga, obispo auxiliar de Santiago (más de seguro conocía todo el caso de las víctimas de Karadima y se mantuvo en silencio), y otros obispos eméritos como monseñor Bernardino Piñera y Jorge Medina, debido a su avanzada edad. Lo que ocurra con el polémico Obispo de Osorno, Monseñor Juan Barros aún está pendiente, aunque ha manifestado su intención de participar de ese encuentro con el Papa.
El cardenal Errázuriz ha dicho que "el Papa sabe lo que podría aportar" y que por lo mismo le ofreció escribírselo, lo que la máxima autoridad de la Iglesia Católica aceptó, después de escuchar los relatos de las víctimas de Fernando Karadima, quienes señalaron al arzobispo emérito de Santiago como uno de los principales encubridores.
El encuentro del Papa se celebrará entre el 14 y el 17 de mayo en Roma. Según barajan miembros de la Iglesia y expertos, el Papa Francisco cesará a varios obispos, entre ellos, a Monseñor Juan Barros, Obispo de Osorno, a quien se le acusa de encubrir a Karadima. También ordenaría una completa reorganización de la jerarquía eclesiástica chilena.
Cardenales y obispos implicados en el encubrimiento del P. Fernando Karadima
El tono que debería adoptar el Papa Francisco se desprende de los términos de la reciente carta que envió a los obispos chilenos, en la que los citó a Roma tras reconocer haber "incurrido en graves equivocaciones de valoración y percepción de la situación, especialmente por falta de información veraz y equilibrada"; siguiendo las palabras del Papa Francisco esa equivocación de valoración por falta de información se debió únicamente por los propios prelados, entre ellos el mismo Cardenal Errázuriz, tal vez por eso no quiere asistir a la reunión en donde quedaría en claro su mala actitud en afrontar el problema de Karadima y el apoyo al obispo Barros????.
"Es una carta donde está preparando las condiciones para medidas que van mucho más allá de la renuncia de Monseñor Barros. El Papa Francisco va a tener que tomar medidas con un conjunto de obispos y con las estructuras de la Iglesia Chilena para que a futuro se asegure que los canales de comunicación sean veraces", no como ocurre lamentable dentro de toda la jerarquía eclesiástica: se dan malos informes, se justicia lo injustificable, se pide perdón pero solo de los labios para afuera ya que no se toma sanciones ejemplares y directas, si es un sacerdote (como el caso de Karadima o de otros tantos) son removidos de su parroquia o enviados a otras diócesis, según ellos, para salvaguardar su vocación, pero no se piensa en las victimas, que en muchos de los casos son descalificados, humillados y tratados de enemigos de la iglesia .
Uno de los mayores implicados, es el nuncio apostólico Ivo Scapolo, encargado oficial de hacer llegar a Roma cualquier tipo de información, y al cardenal Francisco Javier Errázuriz, quienes también deberían ser sancionados por el Papa Francisco; pero siguiendo los antecedentes lo que puede pasar es que sea llevado a Roma, en el caso del cardenal Errázuriz; y en el caso del Nuncio lo más probable es que sea removido a otro país. Se espera igualmente la salida del arzobispo de Santiago, Ricardo Ezatti, que desoyó las denuncias contra Karadima y que llego a un grado tal de cinismo en tratar muy mal a las víctimas de este cura que tuvo tantos aliados en su crimen.
Este caso de reforma que el Papa Francisco pueda emprender en la Iglesia de Chile, es una reforma que bien podría emprender en nuestro país, ya que son varios los obispos que encumbres casos de abusos sexuales, de malos manejos de dinero, de acciones impropias del sacerdocio y lo único que hacen hacerse de la vista gorda; incluso los mismo obispos son los primeros quienes incumplen sus obligaciones o que cometen delitos. Como dice un dicho: otorongo no come otorongo; así que ninguno de los demás habla o denuncia estas situaciones.
No son lo obispos los sucesores de los apóstoles, quienes deben velar por la recta doctrina y la verdad de la fe; por que cuando ellos no cumplen sus obligaciones a donde podemos ir a presentar nuestros reclamos; tal vez no sabemos qué hacer y desconocemos cuales son los procedimientos porque de eso no se informa: qué pasa con el obispo que trago al sacerdote de España que luego abuso sexualmente de los semanarias del seminario menor; qué pasa con el obispo que desconoce el caminar de fe de toda la diócesis para implantar lo que él cree correcto o que encumbre a malos sacerdotes, qué pasa con el obispo que permite a malos sacerdotes seguir ejerciendo como párrocos; a dónde iremos, quien nos hará caso en nuestros reclamos. Esperemos que el Papa Francisco siente un precedente y actué como verdadero representante de Cristo y sepa poner orden.
No a la impunidad por los delitos cometidos por clérigos
No hay comentarios:
Publicar un comentario