miércoles, 5 de diciembre de 2018

Pruebas que dejan al descubierto la mentira de las acusaciones de robo contra Mons. Viganó.

El arzobispo, Monseñor Carlo Maria Viganó ha negado con pruebas las denuncias que le acusan de estafar a su hermano y ha aclarado el fallo judicial de octubre que le ordena a pagarle 1,8 millones de dólares de una herencia. Como muchos suponíamos, las falsas acusaciones están siendo utilizadas por el aparato favorable al Papa Bergoglio para desacreditarlo después de todos sus valientes testimonios sobre la situación del ex-cardenal McCarrick.

Mons. Viganó se defiende de las acusaciones de robo

En una declaración emitida el 3 de diciembre por sus abogados, el Arzobispo Viganó aclara la naturaleza de la sentencia judicial, expresa su profundo amor por su hermano y comunica su intención de que sus abogados demanden a quienes lo difaman. Según sus abogados, la declaración se produce “a la luz de las recientes noticias infundadas que aparecieron en múltiples periódicos y otros medios de comunicación, en relación con una supuesta condena por ‘fraude’, ‘robo’ o malversación de fondos, en detrimento de su hermano Fr . Lorenzo Viganó".

Todo el aparato de medios de comunicación proclives al Papa Francisco promovieron una campaña para dejar al arzobispo Viganó como deshonesto, y arrojar dudas sobre la credibilidad de su testimonio que implica al Papa Bergoglio en el encubrimiento de abusos sexuales de sacerdotes y seminaristas por el ex-cardenal Theodore McCarrick. Todo estos medios llegaron a difamar sin pruebas y afirmar que el Arzobispo Viganó estaba robando a su hermano discapacitado. En España los medios obsecuentes con el Vaticano describieron a Viganó como un millonario que  "robó a su hermano discapacitado".

La increíble coincidencia en el tiempo entre los testimonios del Arzobispo Viganó y el fallo judicial del 9 de octubre llevó a varias fuentes informadas a manifestar que se trataba de un ataque de varios “demonios” al mismo tiempo para desacreditar al Arzobispo en este preciso momento; después de siete años de que el presunto contencioso familiar por la herencia estuviera en marcha.

El día 3 de diciembre pasado, los abogados del Arzobispo Viganó han aclarado con todas las pruebas que el 9 de octubre de 2018 “el Tribunal de Milán ordenó al Arzobispo Viganó que pagara, en respuesta a una solicitud judicial para la división de bienes y el ajuste de sus cuotas hereditarias”. Con la sentencia antes mencionada, que ninguna de las dos partes ha apelado y que, por lo tanto, se ha convertido en definitiva, el Tribunal de Milán rechazó todas las demás solicitudes formuladas por el P. Lorenzo Viganó, quien inició el caso contra su hermano, rechazando cualquier mediación de la familia, y en la que venía a solicitarse al Arzobispo Viganó nada más y nada menos que el pago de una inexistente deuda de 40 millones de euros.

Los abogados de monseñor Viganó han dejado claro además, y acreditado con pruebas, que el Arzobispo ya pagó voluntariamente en su totalidad los montos establecidos por la sentencia en ajuste de las cuotas hereditarias, y que el padre Padre Lorenzo Viganó recibió exactamente lo que habría recibido si hubiera aceptado las propuestas de acuerdo hechas por su hermano en el curso de los procedimientos. Los abogados han aclarado además que los activos llegaron a los dos hermanos sacerdotes como la herencia no dividida de sus padres, que eran empresarios del acero, y que dejaron a sus otros seis hijos no sacerdotes sus actividades comerciales y otros bienes ajustados a sus estados de vida.

El activo de los dos hermanos sacerdotes les fue facilitado por sus padres en tierras de cultivo que podrían ser fácilmente supervisadas por un buen administrador, y permitiría a los dos hijos dedicarse completamente a su misión sacerdotal.

Los dos hermanos sacerdotes acordaron destinar una gran parte de sus activos a obras de caridad y religión, incluidas becas para estudiantes de países del Tercer Mundo y la construcción de un monasterio carmelita llamado “Fiat Pax” en Gitega, Burundi. El nuevo complejo de edificios costó más de 2 millones de euros y se dedicó a sus padres, Adeodato y Sophia, en nombre de los dos hijos. Esta dedicación ha sido recordada en una placa dedicada a su honor; y Adoración y Liberación les facilita en imágenes las pruebas de ello:

Vista del monasterio “Fiat Pax” en Gitega, Burundi

Placa de dedicación a Adeodato y Sophia Vigano, en “Fiat Pax”, Gitega, Burundi

Capilla del monasterio carmelita “Fiat Pax”, Gitega, Burundi

El conflicto con la hasta entonces pacífica administración de la herencia nace en noviembre de 2008, cuando el p. Lorenzo unilateral, total y repentinamente, rechazó todas las relaciones con su hermano, y huyó de Milán alegando que el arzobispo Viganó quería “secuestrarlo”; todo ello después de haber sufrido una grave dolencia. Según hemos podido saber en Adoración y Liberación, en 2009, el Padre. Lorenzo canceló el poder conjunto de los hermanos. A partir de ese momento, sus activos inmobiliarios fueron manejados por sus abogados, y el P. Lorenzo se ha mantenido alejado del arzobispo Viganó desde entonces.

Durante el juicio que condujo a la decisión del pasado octubre, el p. Lorenzo también negó haber acordado asignar fondos para la construcción del monasterio carmelita en Burundi. En la contabilidad de su herencia conjunta, este gasto, por lo tanto, recayó totalmente en el arzobispo Viganó. Y esta es una de las razones que explican que el Arzobispo tuviera que devolver 1,8 millones de euros a su hermano; lo cual, a pesar de ello, ha cumplido voluntariamente; siendo aprovechada esta gestión para que todo el poder que emana de Santa Marta se lanzara contra él para desacreditarlo.

La declaración de los abogados del Arzobispo Viganó dice que desde hace más de 10 años, el p. Lorenzo Viganó ha sometido al Arzobispo Viganó a un sitio judicial permanente; cuyas demandas han sido desestimadas en los 10 casos civiles, penales y administrativos intentados hasta la fecha. Sin embargo, el Arzobispo Viganó siempre ha sufrido silenciosamente tales ataques para evitar una mayor exposición de los asuntos legales de la familia, que no tienen nada que ver con los otros asuntos “institucionales” en los que se ha involucrado.

La declaración también aclara y prueba que el Arzobispo Viganó ha dedicado la mayor parte de este patrimonio a obras de caridad y religión, como les hemos adelantado, y que así lo seguirá haciendo. El arzobispo Viganó termina su declaración diciendo que “ama profundamente a su hermano, el Padre. Lorenzo, y nunca dejará de esperar y rezar para que su hermano haga las paces con él y reanuden las relaciones".

La declaración agrega que es por eso que "a pesar de tener razones válidas para hacerlo", el arzobispo Viganó no apeló el fallo, “aunque lo considere, en muchos sentidos, equivocado e injusto”. Termina señalando que “el arzobispo Viganó tiene la intención de encomendar a sus abogados la tarea de procesar a través de demandas cualquier intento de difamarlo".

Y estos son los que han intentado difamarlo, para distraer la atención sobre lo que de verdad importa: las denuncias valientes del Arzobispo sobre los escándalos que envuelven al Papa Bergoglio y sus protegidos, y que a día de hoy siguen sin ser ni siquiera respondidas.

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