Monseñor Carlo María Vigaló, ex nuncio en los E.E.U.U., denunció al Papa Francisco
El arzobispo Viganó escribió una carta de 11 folios que fue publicada este domingo (este mismo día el Papa Francisco se encontraba en Irlanda en el Encuentro Mundial de las Familias y en reiteradas ocasiones pido perdón por los abusos sexuales cometidos por clérigos en la Iglesia) por algunos medios de corte conservador en varios países en la que además el prelado acusa a otros miembros de la Curia de formar una "lobby gay" y encubrir las acusaciones contra el cardenal estadounidense. El medio especializado Infovaticana ha publicado la versión en castellano de la carta, si bien el documento que publican ellos es de 14 páginas (aquí les dejo el vínculo para que lo puedan leer: https://es.scribd.com/document/387059705/La-carta-en-castellano#download&from_embed)
El ex embajador vaticano (recordemos que los nuncios apostólicos tienen rango civil de embajadores y de Arzobispos en lo eclesiástico) escribe que el Papa Francisco conoció el caso el 23 de junio de 2013 porque él mismo se lo comunicó "y siguió encubriendo al cardenal ex arzobispo de Washington, Theodore McCarrick".El pasado junio, el cardenal McCarrick, de 88 años, fue apartado del colegio cardenalicio y el Papa Francisco "dispuso su suspensión en el ejercicio de cualquier ministerio público, así como la obligación de que permanezca en una casa que le será asignada para una vida de oración y penitencia".
El Papa Francisco y el Cardenal Theodore McCarrick
Monseñor Carlo María Viganó explica que en 2013 fue el mismo Pontífice quien le preguntó: "¿Cómo es el cardenal McCarrick?", y que el nuncio le informó de que "corrompió a generaciones de seminaristas y sacerdotes y el Papa Benedicto XVI le ordenó retirarse a una vida de oración y penitencia", así como que le informó de que había un informe de todo ello en la Congregación para los obispos. "Sin embargo, el Papa Francisco, hizo de él su fiel consejero junto con Maradiaga (Óscar Andrés Rodríguez, cardenal hondureño). Sólo cuando ha sido obligado por la denuncia de un menor, y siempre en función del aplauso de los medios de comunicación, ha tomado medidas para, así, salvaguardar su imagen mediática", acusa Mons. Viganó.
El arzobispo italiano, y ex nuncio apostólico, considera que esta carta la ha dictado su conciencia para que se conozca que "la corrupción ha alcanzado la cima de la jerarquía eclesiástica" e insta al Papa Francisco y a todos los implicados en el encubrimiento del caso McCarrick a renunciar.
Monseñor Viganó destaca que envió varios informes sobre la conducta del entonces arzobispo de Washington pero que fue ignorado por los respectivos secretarios de Estado de Juan Pablo II y Benedicto XVI, los cardenales Angelo Sodano y Tarcisio Bertone. Acusa también al actual arzobispo de Washington, Donald Wuerl (implicado por el informe de Pensilvania de encubrimiento), sucesor de McCarrick, de conocer las acusaciones porque el mismo se lo planteó y se dio cuenta de que ya estaba informado.
El ex nuncio en los Estados Unidos (no cualquier representante eclesiástico, ya que una de sus funciones es mantener informado al Papa de las acciones de los eclesiásticos dentro del país) Mons. Viganó lanza acusaciones contra numerosos prelados pertenecientes al ala más progresista y cercana al Papa Bergoglio como al cardenal Maradiaga y asegura que también tiene "informes" contra el recién nombrado sustituto para los Asuntos Generales de la Secretaría de Estado del Vaticano (número tres), el venezolano, Monseñor Edgar Peña Parra (Nuncio Apostólico en Mozambique y el pasado 15 de agosto fue nombrado por el Papa Francisco, quien tomará posesión de su cargo el próximo 15 de octubre).
El Papa Francisco y Monseñor Edgar Peña Parra, número tres del Vaticano
El documento, con fecha del 22 de agosto, fue publicado este domingo mientras el Papa Francisco se encuentra en Dublín para el Encuentro Mundial de las Familias y después de que el Papa Francisco haya calificado de "crímenes repugnantes" los abusos sexuales cometidos por el clero en Irlanda y admitido el "fracaso" de la Iglesia. Y en reiteradas ocasiones ha pedido perdón por estos crímenes pero no ha manifestado ninguna acción en concreto.
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