Cardenal francés Philippe Barbarin acusado por las autoridades civiles de encubrimiento
Este juicio se lleva a cabo en un momento delicado para la Iglesia católica por la crisis desatada por una ola de revelaciones de abusos sexuales contra menores por parte del clero, muchos de los cuales fueron mantenidos bajo silencio por décadas. Este caso salió a la luz en 2015 después de que varias víctimas, ex niños scouts, denunciaran por abuso al padre Bernard Preynat, por hechos cometidos entre 1986 y 1991. Las víctimas presentaron también una denuncia contra el cardenal Barbarin por no haber acudido a la justicia, pese a que estaba al tanto de los abusos.
Después de seis meses de investigación y seis horas de interrogatorio del cardenal de 68 años, la fiscalía de Lyon archivó el caso en 2016. Pero varias víctimas lanzaron un procedimiento de citación directa, que en Francia permite a una víctima recurrir directamente a un tribunal penal. "Esperamos una decisión clara para todo el mundo", afirmó uno de los denunciantes, François Devaux. La defensa, por su parte, denuncia un ensañamiento y espera que el juicio "restablezca la verdad". "No se repara una injusticia con otra", advirtió uno de los abogados de Barbarin, Jean-Félix Luciani.
Apartarlo discretamente
Además del cardenal Barbarin, Mons. Gardès y Mons. Brac de la Perrière, se sentarán en el banquillo de los acusados el ex responsable de un grupo de escucha a víctimas de curas, el exdirector de gabinete de Barbarin y un vicario episcopal que era el superior directo del padre Preynat.
El Cardenal Barbarin en la silla de los acusados
Las víctimas estiman que el cardenal Barbarin, que se enteró de los abusos cometidos por el padre Preynat en 2007-2008, según sus declaraciones, debía haberlo apartado de sus funciones inmediatamente, y no en 2015 tras las revelaciones públicas, así como denunciar los hechos ante la justicia. El cardenal Barbarin, conocido por sus posiciones rígidas, sobre todo en cuanto al matrimonio gay, admitió que cometió errores y pidió perdón a las víctimas. "Apliqué lo que me dijeron en Roma, después todo el mundo me cayó encima", dijo en la última asamblea de obispos en Lourdes.
En una entrevista con Radio Notre-Dame en noviembre admitió que "ha cambiado mucho" sobre este tema. "Cuando escuchaba hablar de esas cosas hace quince años, me decía 'es terrible, es indigno, es una traición de los curas a su vocación'", declaró, admitiendo que entonces "no pensaba directamente en los niños".
En cuanto al caso de agresión sexual contra el padre Preynat, la mayoría de los hechos prescribieron. El aviso de fin de instrucción de los jueces, que fue entregado recientemente, retiene los testimonios de menos de una decena de víctimas entre al menos 85 que han salido del silencio. Un juicio ante el tribunal correccional de Lyon podría celebrarse a finales de 2019.
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