José Manuel Ramos Gordón cumple, desde hace unas semanas, su segunda condena eclesiástica por abusos a menores. Diez años de
"destierro" en un monasterio desconocido, después de haber pasado un año alejado de los fieles. Ahora, la diócesis admite la existencia de un tercer caso, que ya está investigando y que podría llevar a su expulsión del estamento clerical.
Ramos Gordón condenado por abuso sexual a menores
La noticia se conoce poco después de que el obispo de Astorga y presidente de la Comisión Antipederastia de la Iglesia española, Mons. Juan Antonio Menéndez, enviara una carta a Francisco Javier, la primera de las víctimas de Ramos Gordón en La Bañeza, anunciándole que Roma le negaba el expediente del juicio canónico.
Ese mismo día, la diócesis recibió una carta de un antiguo alumno del colegio Juan XXIII en Puebla de Sanabria, en la que denunciaba los abusos sufridos entre 1979 y 1985 en el centro escolar, desde que tenía once años.
En declaraciones a Diario de León, J, la nueva víctima de José Manuel Ramos Gordón, ya ha dejado claro que lo único que pretende es que excomulguen al sacerdote.
"Por eso envié esta segunda carta, porque la condena que cumple en la actualidad me parecen unas vacaciones pagadas", manifiesta. La carta de la que habla es la segunda que envía a la Diócesis. La primera la envió hace ya dos años sin recibir una respuesta del obispo.
Siguen las denuncias y no hay una sanción severa
Desde la diócesis no tienen constancia de la primera carta, pero sí de esta segunda, y han anunciado la apertura de una investigación. Primero, para ver si hay indicios de culpabilidad y, en caso afirmativo, solicitar a Roma el levantamiento de la prescripción (ya han pasado más de 20 años desde que la víctima cumplió la mayoría de edad, aunque el Vaticano puede decretar la imprescriptibilidad del proceso). De ser encontrado culpable, Ramos Gordon podría ser expulsado del sacerdocio, ya que sería la tercera pena.
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