El arzobispo de Barcelona de 1990 a 2004, Mons. Ricard Maria Carles
En la carta, que pedía el traslado del padre Senabre a este lugar de Ecuador, no se mencionaba que estaba acusado en Barcelona de abusar de un menor de 13 años y a la espera de juicio. Los responsables de la diócesis ecuatoriana aseguran que desconocían hasta ahora sus antecedentes y que nunca les informaron desde Barcelona de estos detalles. Senabre siempre ha seguido perteneciendo al arzobispado catalán, que ha sabido en todo momento de su paradero, a pesar de que ha pasado años en búsqueda y captura. De hecho, el obispo auxiliar de la ciudad en 1990, en el momento del traslado del cura, era Lluís Martínez Sistach, que fue el sucesor de Mons. Carles en el arzobispado en 2004 y también es cardenal. Fue sustituido en 2015 por Mons. Juan José Omella, igualmente cardenal, que tampoco ha dado explicaciones sobre este asunto. El caso probablemente ya ha prescrito.
La fuga del padre Senabre salió a la luz cuando fue llamado a declarar en 1991 por la Audiencia de Barcelona y no se presentó. El arzobispado explicó entonces que se había ido “de misiones”. En 1994 fue detenido en Uruguay, donde había entrado desde Ecuador con un visado turístico, por una orden internacional de arresto de España, pero la extradición no prosperó. Luego desapareció, hasta hoy, aunque tanto Mons. Carles como Mons. Martínez Sistach sabían dónde estaba. La diócesis ecuatoriana, que dice haberse enterado del caso por el diario "EL PAÍS", indica que el obispo, Mons. Bertram Viktor Wick, ha visitado después al padre Senabre, ya jubilado con 82 años, para pedirle explicaciones. Esta ha sido su respuesta: “El reverendo Jorge Ignacio Senabre se mostró tranquilo con la noticia y negó diciendo que era un montaje que la alcaldesa le había hecho porque ella era comunista”. En Ecuador aclaran que suponen que se refiere a la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau. Cuando este periódico habló con él por teléfono y le preguntó por su caso aseguró que se trataba de un error y colgó.
Mons. Bertram Viktor Wick, obispo de Santo Domingo (Ecuador)
Roma investiga el casoConsultado sobre la carta de traslado del padre Senabre, el arzobispado de Barcelona argumenta que “toda la documentación relacionada con Jordi Senabre, donde podría estar este escrito, no se encuentra en el arzobispado, se envió a Roma, donde se lleva el caso”. En efecto, la Congregación de la Doctrina de la Fe, encargada de investigar los casos de pederastia en el clero, reabrió el caso del padre Senabre en junio de 2016, en una operación de revisión de viejos expedientes no resueltos. “Normalmente, estas cartas de presentación eran bastante estándar para quienes se iban de misiones, pero no sabemos los detalles. Estamos hablando de un tema de hace 28 años. Como no tenemos acceso al contenido de la carta, no podemos hacer ninguna valoración”, declaran portavoces del arzobispado. En todo caso apuntan: “Si no se hubiera enviado la información necesaria, decir que actualmente nuestros protocolos de actuación hacen inviable cualquier traslado en esas condiciones”.
Parroquia en Barcelona del padre Jordi Ignasi Senabre antes de ser acusado por abuso sexual
Pese a la gravedad del caso, después de la información de EL PAÍS, publicada el 9 de diciembre, la diócesis de Barcelona y la de Santo Domingo en Ecuador aún no han hablado entre ellas. “No nos hemos comunicado con Barcelona ni tampoco ellos lo han hecho con nosotros”, corrobora el vicario judicial ecuatoriano. “No se han puesto en contacto con nuestra diócesis para hacernos ningún comentario sobre Jordi Senabre durante este tiempo”, replican en Barcelona. Ambas diócesis se remiten a la investigación abierta en el Vaticano. El padre Senabre sigue en Ecuador.
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