La justicia australiana abre la puerta a revisar las compensaciones de la Iglesia a víctimas de abusos

No hay paz para la Iglesia australiana incluso después de que la Real Comisión sobre la pederastia le sacara los colores y forzara a sus líderes a pedir perdón por décadas de agresiones impunes a menores. Decenas de víctimas se están preparando a romper la tregua y demandar de nuevo a la Iglesia por las compensaciones originales que recibieron pero que consideran irrisorias por los años de dolor y humillaciones que han sufrido. 

Cardenal George Pell, acusado por abusos sexuales

"En la Real Comisión sobre el abuso infantil y el intercambio de información entre abogados, se ha hecho evidente que en muchos acuerdos de compensación la Iglesia no divulgó la totalidad de su conocimiento sobre sus curas pedófilos y sus propios fracasos estrepitosos", ha declarado el letrado Kim Price al periódico melburniano The Age. Price es solo uno de los muchos abogados que han sido encargados por docenas de víctimas de toda Australia que pedirán a los tribunales que revisen las indemnizaciones que recibieron, alegando que han sido manifiestamente inadecuadas.

Las puertas a una revisión masiva de los acuerdos a los que la Iglesia llegó con víctimas se abrieron a inicios del mes de noviembre cuando una víctima de abusos en un colegio anglicano de Geelong, en el estado de Victoria, recibió una nueva e histórica compensación de 1,1 millones de dólares australianos (casi 700.000 euros) tras haber sido indemnizado por primera vez con 32.000 de dólares en 1998. Los abogados de esta víctima recurrieron a las nuevas evidencias presentadas en la Real Comisión (2013-2017) para probar con éxito que el colegio tenía conocimiento de los abusos del perpetrador años antes pero que los encubrió, lo que, a ojos de la ley, invalida el acuerdo de la Iglesia anglicana con esta víctima en particular.

Este nuevo veredicto en Victoria incluso podría allanar el camino de una revisión generalizada en tribunales superiores de los acuerdos a los que la Iglesia llegó con víctimas, en vez de que las víctimas tengan que presentar sus casos uno por uno. O incluso a que en otras jurisdicciones se haga lo que ya se ha hecho en el estado de Australia Occidental, que es hacer nuevas leyes para declarar los acuerdos históricos de la Iglesia nulos de pleno derecho bajo ciertas circunstancias.

"Para las víctimas, los acuerdos legales de compensación deben alcanzarse de manera justa y bien estudiada", dijo el portavoz de justicia de la oposición en Victoria, John Pesutto. "Cuando se llegó a acuerdos en el pasado como resultado de conducta engañosa, coercitiva o indebida por cualquier otra razón, estamos preparados a considerar nuevas leyes para dejar claro que estos acuerdos pueden ser anulados".

Más de 4000 menores fueron víctimas de abusos sexuales dentro de la Iglesia católica en Australia
Un total de 1.265 sacerdotes y religiosos de la Iglesia católica de Australia fueron acusados de abusos sexuales contra menores entre 1950 y 2010, según un estudio realizado por la Comisión Real sobre Respuestas Institucionales al Abuso Sexual Infantil, con la cooperación de la Iglesia. Más de 4.400 menores, en su mayoría niños, han sufrido abusos sexuales por parte de sacerdotes católicos en ese país confirma el informe publicado.

“Entre enero de 1980 y febrero de 2015, 4.444 personas alegaron incidentes de abuso sexual infantil contra 93 autoridades de la Iglesia católica” reza ese documento oficial. Las instituciones que registraron más acusaciones fueron las órdenes de religiosos que a menudo dirigen escuelas u hogares para los niños más vulnerables, siendo las víctimas niñas de una media de 10 años y niños de unos 11 años. La investigación australiana analizó todos tipos de reclamos por abusos sexuales, incluidos los supuestamente realizados por antiguos religiosos de ambos sexos o cualquier otra persona empleada o voluntaria elegida por alguna autoridad de la Iglesia católica.

Los especialistas de la Comisión Real, que es máxima instancia de investigación del país que comenzó su trabajo en 2013, han identificado a 1.880 presuntos agresores: 597 (37 %) hermanos religiosos, 572 (30 %) sacerdotes, 543 (29 %) legos y 96 (5 %) hermanas religiosas. En total, cerca del 7% de los sacerdotes de Australia han sido acusados de abusos. Desde la Comisión también explicaron que encontraron que las víctimas esperaban alrededor de 33 años para denunciar las vejaciones y que los primeros asaltos datan de la década de los 50.

Según reporta BBC, Gail Furness, la principal asesora legal de la comisión reveló que los testimonios de las víctimas eran desgarradores y dijo: “Los niños fueron ignorados o peor, castigados. Las acusaciones no fueron investigadas. Los sacerdotes y los religiosos involucrados fueron trasladados. Las parroquias y comunidades que los recibieron no supieron nada de su pasado”.

Vergüenza 

“Estos números son estremecedores, trágicos e indefendibles. Como católicos nos avergonzamos”, reconoció el jefe ejecutivo del Consejo de Verdad, Justicia y Sanidad de la Iglesia, Francis Sullivan, mientras que lamentó el “fracaso masivo por parte de la Iglesia católica de Australia para proteger a los niños de los abusadores”. “Cada uno de estos números representa a un niño que sufrió en manos de alguien que lo tendría que haber cuidado y protegido”, declaró, y agregó "esta información es una acusación contra los sacerdotes y los religiosos que abusaron de estos niños. También es un reflejo de los líderes de la Iglesia que por momentos no actuaron para lidiar con los abusadores, poner orden y llevarlos ante la justicia”.

Este no es el primer escándalo por abuso sexual que sacude a la Iglesia Católica, el Vaticano indicó que, en la década anterior, recibieron 3.420 acusaciones creíbles de abuso sexual cometidos por sacerdotes y que había expulsado a 824 clérigos por ese tema. El Papa Francisco solicitó a los obispos que tengan “tolerancia cero” hacia los religiosos que abusan de menores y pidió perdón por un pecado que “nos avergüenza”, lo lamentable es que solo han sido palabras y muy pocas acciones claras para combatir este mal.