Una investigación llevada a cabo en 2012 en el
seminario de Connecticut descubrió evidencias de una red homosexual que se extendía por varias diócesis, pese a lo cual varios de los seminaristas desenmascarados fueron posteriormente ordenados,
informa el National Catholic Register.
Según el informe iniciado en 2012, culminado tras seis años de investigación, la actividad homosexual en el
Seminario de los Santos Apóstoles, un pequeño seminario de la diócesis de Norwich, en Connecticut, era rampante y abierta y engendró una red de sacerdotes homosexuales que se extendió por varias diócesis (como la Archidiócesis de Hartford y la diócesis de Paterson, en Nueva Jersey), algunas fuera de Estados Unidos. La red implicaba a seminaristas, diáconos y sacerdotes visitantes, señala el National Catholic Register. El rector del seminario, el sacerdote basiliano Douglas Mosey, y sus investigadores han hecho públicos sus hallazgos, lo que ha llevado a la expulsión de 13 seminaristas.
Según Mosey, la investigación se inició cuando dos seminaristas denunciaron ante él haber presenciado conversaciones y contactos inapropiados en un grupo de seminaristas colombianos. A mediados de abril de 2012, cuenta Mosey, un seminarista le comunicó que había presencia una escena homosexual entre dos seminaristas, lo que le llevó a emprender la investigación ahora finalizada.
Con la colaboración del obispo de Norwich, Michael Cote, Mosey y su vicerrector, el padre John Hillier, se pusieron en marcha. Confiaron la investigación al entonces diácono, y hoy sacerdote, John Lavers, un canadiense con experiencia en labores policiales.
Sacerdote Douglas Mosey
La investigación descubrió todo tipo de actividades ilícitas, incluyendo consumo excesivo de alcohol y plagio, pero especialmente actividades de carácter homosexual. El informe final, de junio de 2012, revela, por ejemplo, que los seminaristas viajaban a menudo en fin de semana a Nueva York City, Hartford y New Haven para frecuentar bares gays. También se presentan evidencias de que “seminaristas escogidos” de las diócesis de Paterson y Hartford habían “participado en varias fiestas nocturnas en una rectoría de Connecticut donde se producían encuentros sexuales entre seminaristas y sacerdotes”; que varios varios seminaristas
“se reunían en encuentros íntimos con antiguos seminaristas que habían sido expulsados de otros seminarios estadounidenses por conducta homosexual inaceptable”, y que estos seminaristas de los Santos Apóstoles aparecían en una lista negra de alumnos expulsados de seminarios colombianos por implicarse en actividades homosexuales inaceptables.
El informe también aclara que las fichas personales diocesanas de los seminaristas investigados se alteraron o suavizaron,
“lo que se tradujo en falta de plena transparencia sobre el historial de determinados seminaristas, dando a otras personas un retrato equivocado de dicho seminarista”, y que
“ciertos miembros del clero (directores de vocaciones) animaban a los seminaristas a que dieran respuestas equívocas a algunas preguntas” en las entrevistas que se llevaron a cabo en el curso de la investigación. Además, según el informe, “determinados seminaristas y sacerdotes han facilitado el reclutamiento y traslado de otros seminaristas que comparten un estilo de vida similar dentro de algunas diócesis de Estados Unidos”.
Red de homosexualidad en seminarios de EE.UU
En resumen, la investigación en el seminario de los Santos Apóstoles revela
“una red homosexual organizada de individuos que no solo se cubren unos a otros, sino que ‘maquillan’ activamente fichas, organizan traslados y se implican en todo tipo de actividades negativas”, declaró al National Catholic Register el padre Lavers.
Douglas Mosey también confesó que, como en el caso del ex cardenal McCarrick, el caso del seminario de los Santos Apóstoles era ampliamente conocido en los círculos clericales de la iglesia norteamericana, aunque no se informó de ello.
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