Mons. Mario Iceta Gavicagogeascoa, Obispo de Bilbao
La Diócesis de Bilbao ha apuntado que la noticia publicada ayer sobre los presuntos abusos en el Seminario de Derio, se basa en testimonios recogidos el año 2011 por el sociólogo Javier Elzo en el libro sobre el seminario de Derio, publicado por la asociación Astintze y patrocinado por la Diócesis de Bilbao.
El año 2017, a instancias del obispo Monseñor Mario Iceta, la Diócesis de Bilbao publicó el "Manual de Buenas Prácticas en la Prevención de Abuso Sexual contra Personas Menores de Edad" y, cumpliendo los requerimientos legales, se comenzó a solicitar los certificados de penales a las personas que trabajan con menores de edad.
En este contexto, ese mismo año se inició un proceso de investigación interna para conocer si constaba algún caso de abuso cometido por sacerdotes diocesanos desde la creación de la Diócesis de Bilbao, el año 1950, periodo en el que unos 1.600 sacerdotes han ejercido su ministerio.
El año 2017, a instancias del obispo Monseñor Mario Iceta, la Diócesis de Bilbao publicó el "Manual de Buenas Prácticas en la Prevención de Abuso Sexual contra Personas Menores de Edad" y, cumpliendo los requerimientos legales, se comenzó a solicitar los certificados de penales a las personas que trabajan con menores de edad.
En este contexto, ese mismo año se inició un proceso de investigación interna para conocer si constaba algún caso de abuso cometido por sacerdotes diocesanos desde la creación de la Diócesis de Bilbao, el año 1950, periodo en el que unos 1.600 sacerdotes han ejercido su ministerio.
Antiguo Seminario de Derio
Como resultado de esta investigación se identificó a tres sacerdotes, todos ellos fallecidos, que habían realizado tocamientos. Uno de ellos es el que se ha dado a conocer en la noticia publicada hoy.
La Diócesis de Bilbao ha anunciado que va a mantener una política de "transparencia" con la sociedad en lo relativo a estas cuestiones. Asimismo, ha reiterado su "condena a cualquier comportamiento contra la libertad sexual de las personas" y su disponibilidad para colaborar con las autoridades civiles "en todo momento, acompañando además a las personas afectadas y sus familias, y poniendo a su disposición la ayuda de los profesionales de Lagungo".
El obispo tuvo que reconocer estos delitos ocurridos en su diócesis
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