Ante la pregunta “¿cómo nace este documento?”, el purpurado explica que “podemos considerar el Motu propio Vos estis lux mundi como uno de los frutos del encuentro para la protección de menores convocado por el Papa Francisco en el Vaticano el pasado mes de febrero y al cual participaron (junto a los jefes de los Dicasterios de la Curia Romana) los presidentes o representantes de todas las Conferencias Episcopales del mundo”. Además, el Papa Francisco en varias ocasiones ha dicho que “se debe desear concreción y eficacia, de modo que cada obispo o superior religioso saliera de Roma teniendo claro qué hacer y qué no hacer” ha señalado el cardenal y ha puntualizado que este nuevo documento “establece procedimientos nuevos y efectivos para combatir el flagelo del abuso”.
Respondiendo a ¿en qué medida ha influido en la composición del documento la experiencia obtenida con los recientes casos que afectaron a varios países del mundo en diferentes continentes?, el Card. Ouellet manifiesta que, ciertamente, la dolorosa experiencia vivida en los últimos años les ha enseñado mucho y el Motu proprio “lo tiene en cuenta”. En este sentido, enfatiza que se trata de un documento que tiene un valor universal: “sería un error considerarlo una respuesta provocada por este o aquel caso. El fenómeno es global y la respuesta debe ser universal y, como dice el Papa, concreta. El Papa lo quiso y ha sido estudiado y construido con la ayuda y asistencia de sus colaboradores en la Curia, escuchando también la voz de los participantes en el encuentro de febrero y de diferentes diócesis”.
El Vaticano publica este Motu Proprio para combatir los abusos
El prefecto de la Congregación para los Obispos también ha detallado cuáles son las obligaciones que surgen de este documento, la primera está ligada a las diócesis de la Iglesia católica, las cuales tienen la obligación de “equiparse con sistemas estables y de fácil acceso al público para que puedan presentar las señalaciones sobre abusos”; la segunda es para todos los clérigos, religiosos y religiosas que tengan conocimiento de un caso de abuso, o de encubrimiento de abuso; situación ante la que están obligados a “denunciarla al obispo o al superior religioso”. Además, no solo se aplica para casos de abuso infantil y de adultos vulnerables (ha dicho el prefecto) “también se refiera al hostigamiento o abuso debido al abuso de autoridad: esto significa incluir en la normativa casos de abuso hacia religiosas por parte de clérigos o de abuso a seminaristas o novicios por parte de sus superiores”.
El purpurado recuerda también que con este documento no piden más de lo que los sacerdotes han estado pidiendo durante años y que toca un tema que es muy importante para el Papa: “no solo no debe haber clericalismo, sino que tampoco debe haber un “elitismo” entre nosotros” asegura y explica que los sacerdotes “deben adaptarse a ciertas reglas estrictas” pero también deberían hacerlo “los obispos y otros en la jerarquía eclesiástica”.
"Vos estis lux mundi": Nuevas medidas para prevenir y combatir los abusos sexuales
“La Santa Sede, al encomendar al metropolitano la investigación preliminar de informes que parezcan tener algún fundamento, involucra y responsabiliza a la Iglesia local. Como siempre en la Iglesia, procedemos con reformas y con importantes innovaciones como de la que estamos hablando, pero siempre en la tradición. Y así podemos recordar que incluso esta nueva asignación al metropolitano por parte del Dicasterio de la curia romana competente de la fase de investigación preliminar encaja de alguna manera en una tradición que ve a la Santa Sede enviar a un obispo externo como un “visitante apostólico” para llevar a cabo investigaciones y verificas en una diócesis”. En este sentido, el cardenal Ouellet señala que “si bien la figura del metropolitano juega un papel muy importante, y para informar un papel esencial, si un metropolitano en particular no fuera idóneo para hacer una consulta (por ejemplo, si hay un conflicto de intereses), el Dicasterio competente tiene la libertad para nombrar a otra figura eclesiástica”.
El rol de los laicos en estas investigaciones es también importante (ha dicho el cardenal) pues ayudan a la “recopilación cuidadosa de información sobre los hechos, a menudo en circunstancias difíciles, que involucra el examen de dispositivos electrónicos, la consulta de psicólogos y médicos, así como el conocimiento especial del Derecho” y son temas y actividades (ha puntualizado) “que involucran habilidades y profesionalismo ejercidos por los laicos y, por lo tanto, no habría razón para excluirlos de tener un papel importante en el examen de estos temas”.
Por último, señala que a veces le parece apreciar cierto “nerviosismo” por parte de algunos sacerdotes que se sienten “dejados de lado” por el papel confiado a los laicos y afirma que este “nerviosismo” no le parece justificado, pues, “naturalmente concluye, al obispo designado se le confía la responsabilidad de reunir los resultados de la investigación y expresar su opinión final”.
El rol de los laicos en estas investigaciones es también importante (ha dicho el cardenal) pues ayudan a la “recopilación cuidadosa de información sobre los hechos, a menudo en circunstancias difíciles, que involucra el examen de dispositivos electrónicos, la consulta de psicólogos y médicos, así como el conocimiento especial del Derecho” y son temas y actividades (ha puntualizado) “que involucran habilidades y profesionalismo ejercidos por los laicos y, por lo tanto, no habría razón para excluirlos de tener un papel importante en el examen de estos temas”.
Se cumplirán las normas del Motu Proprio???
Por último, señala que a veces le parece apreciar cierto “nerviosismo” por parte de algunos sacerdotes que se sienten “dejados de lado” por el papel confiado a los laicos y afirma que este “nerviosismo” no le parece justificado, pues, “naturalmente concluye, al obispo designado se le confía la responsabilidad de reunir los resultados de la investigación y expresar su opinión final”.
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