El agente inmobiliario Peter Creigh es una de las víctimas que ha denunciado su horrible historia de intimidaciones a la cadena estatal ABC, la cual ha dedicado un programa televisivo a las amenazas que sufren víctimas de curas pederastas australianos. Una vez en la inspección de una casa en 2017, contó Creigh, un desconocido con gafas de sol se le acercó. "Me dejó alucinado. Estaba en estado de shock. Y el tío se dio la vuelta y salió de la casa", dijo Creigh.
El arzobispo Wilson al que se refería el matón era Philip Wilson, ex-arzobispo de Adelaida y el prelado de mayor rango en ser condenado, y luego absuelto, de encubrimiento de abusos. El testimonio de Creigh fue clave para el caso, ya que de joven, en 1976, denunció dos veces al entonces sacerdote Wilson que otro cura había abusado de él, y Wilson no hizo nada.
Pero el incidente en la casa no fue la única vez que Creigh recibió amenazas. El mismo hombre, esta vez montado en una moto con la matrícula cubierta de plástico negro, se le acercó un día con dos dedos en el aire como segundo aviso.
Philip Wilson
Otra vez un hombre distinto se acercó a Creigh cuando estaba colocando folletos de su inmobiliaria en buzones de su pueblo. "Me dijo, Sabemos donde vive, sabemos donde trabaja, que pensara en mi familia, y queremos que se retracte de su testimonio", recordó Creigh. "Yo dije: Vete a la mierda. Y él me dijo: Señor Creigh, le compensaremos si lo hace. Y que debe tomárselo muy, muy en serio". Creigh preguntó al hombre quién era. "Dijo, 'Estamos aquí para proteger a la Iglesia y, por supuesto, al arzobispo'. Fueron sus palabras exactas".
Quizás lo más siniestro de las amenazas fuera que, en el momento de recibirlas, su nombre aún estaba suprimido por los tribunales. Creigh denunció los tres incidentes a un detective, Jeff Little, que, aunque no logró dar con los agresores, afirmó que el lenguaje de los matones sugería "una afiliación con la Iglesia católica".
Silencio de la Iglesia frente a estas acusaciones
El detective Little insinuó incluso que las amenazas, que quizás pudieran haberse originado en la Iglesia, podrían haber llegado a un cura que denunció los abusos del mismo sacerdote que abusó de Creigh. El presbítero denunciante, el padre Glen Walsh,se suicidó tres semanas antes de que empezara el juicio contra Wilson.
"El padre Glen Walsh fue un hombre honorable y fue un testigo crucial en el caso" contra Wilson, dijo Little a la ABC. "Ciertamente me dijo que estaba aterrorizado por testificar contra sus superiores en la Iglesia y, lamentablemente, el testimonio que pudiera haber dado se lo llevó a la tumba". "¿A él también le presionaron? ¿Quién sabe? Pero es más que una coincidencia", lamentó Little.
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