Gordon Smith habla del abuso sexual que sufrió en manos de un sacerdote
El padre Donald Starks está en la lista de la diócesis de Albany de clérigos acusados con credibilidad. Smith dice que el peor abuso ocurrió después de que el padre Starks fue reasignado y otro sacerdote se hizo cargo. "Si una persona escucha la historia y dice: 'Hola, ese soy yo', y tiene el coraje de finalmente decirle algo a su médico o buscar un terapeuta, de eso se trata", dijo Gordon.
Si bien el plazo de prescripción del caso de Gordon Smith se acabó hace mucho tiempo, de repente tiene la oportunidad de buscar justicia. La ventana "retrospectiva" de la Ley de víctimas infantiles permite a las presuntas víctimas presentar demandas civiles contra sus abusadores y agencias relacionadas a partir del miércoles. El abogado Vincent Nappo dice que su firma solo ya representa a unas 600 personas hasta ahora, muchas de ellas con reclamos contra la Iglesia Católica, los Boy Scouts de América, las escuelas públicas y privadas y el sistema de cuidado de crianza aquí en Nueva York.
"Creo que empoderar a otros para que se presenten, dándoles ese control que no tenían cuando eran niños es una gran clave en su curación", dijo Nappo.
Para Gordon Smith, la agonía de lo que pasó permaneció encerrado en su cabeza durante casi cuatro décadas. "Había enterrado los recuerdos y el dolor tan profundo", dijo Gordon. Sin embargo, en 2005 encontró su voz y se lo contó a su esposa e hijo. No fue sino hasta que comenzó a compartir su historia con el mundo con la esperanza de alentar a otros a encontrar la fuerza para hacer lo mismo. "Me siento un mil por ciento mejor y eso es lo que me da la fuerza para sentarme aquí hoy", dijo Gordon.
Denunciantes de abuso sexual en la diócesis de Albany
El Centro Nacional para Víctimas del Crimen estima que una de cada cinco niñas y uno de cada 20 niños es víctima de abuso sexual infantil. En el transcurso de su corta vida, el 28 por ciento de los adolescentes de 14 a 17 años informan haber sido víctimas de abuso sexual. Los niños entre las edades de siete y 13 años son los más vulnerables.
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