El cardenal Pell enfrenta su apelación contra su sentencia de abuso
Las denuncias contra el cardenal Pell comenzaron en torno al 2016. Excepto dos, fueron todas desestimadas por los jueces al entender que carecían de fundamento. Las dos que se admitieron propiciaron sendos procesos penales que han finalizado en diciembre de 2018 y el pasado mes de marzo. Los procesos se tramitaron por separado a petición de la defensa. El juez declaró la prohibición de publicar información sobre el primer juicio para evitar que influyera en el segundo.
El primer proceso, referente a los abusos cometidos en los años 90 en Melbourne, comenzó en marzo de 2018. Fue anulado por un jurado que consideró inocente al cardenal Pell por 10 votos contra 2. En diciembre de 2018 partió un nuevo juicio, denominado en los medios como el “Cathedral Trial”. Este concluyó el día 11 de diciembre con una sentencia unánime de condena por abusos a dos menores.
Siguiendo los hechos alegados durante el juicio, los menores, de unos 13 años, eran miembros del coro de la catedral de Melbourne. Según uno de ellos (el querellante y único testimonio en el proceso, pues el otro ha fallecido) al finalizar la celebración dominical se escaparon a la sacristía para beber a escondidas el vino que allí se guarda para la Eucaristía. Según este relato, fueron sorprendidos por el cardenal, que les riñó, cometió exhibicionismo ante los dos y obligó al querellante a realizarle una felación, aún con las vestiduras litúrgicas puestas. Un mes más tarde, en la procesión de salida tras la misa, el cardenal Pell habría visto al niño, lo habría arrinconado contra la pared y le habría sometido a tocamientos sexuales.
Abusos anulados, abusos sentenciados en la vida del cardenal Pell
La otra víctima, fallecido en 2014. La segunda acusación contra el cardenal Pell dio lugar a un segundo proceso. Se archivó por falta de pruebas el pasado mes de marzo. Esa denuncia se refiere al periodo en que el cardenal Pell era sacerdote en Ballarat, en los años 70. En pocos días George Pell revivirá la atención mediática por el proceso de apelación contra la única sentencia que lo condena, dictada por un jurado popular.
La apelación será conducida por tres magistrados. Frank Brennan, sacerdote jesuita y abogado especialista en derechos humanos, después de asistir al segundo juicio señala, que el testimonio del querellante (por ley) tuvo lugar a puerta cerrada y, por tanto, sólo se tuvo conocimiento en el juicio a través de citas o referencias realizadas por el fiscal y la defensa a lo largo del proceso. No ha trascendido el relato completo de su declaración.
La apelación del cardenal Pell será positivo
La carencia de un testimonio desconocido por el público deja en el aire preguntas muy importantes para dilucidar qué aconteció en esa sacristía. Sin tener el testimonio completo de la víctima. Por ejemplo, cómo se explican los hechos de naturaleza sexual supuestamente acaecidos en un periodo de tiempo tan breve, cómo pudo haber una felación si Pell estaba aún revestido de ornamentos litúrgicos, etc. Cuando se le preguntó sobre este punto, el querellante dijo primero que el cardenal se había abierto el alba, pero el alba carece de abertura; luego dijo que se la había desplazado hacia un lado, pero la acusación no logró mostrar a los presentes cómo podía hacerse eso.
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