Juan Cuatrecasas es padre de una víctima de abuso en un colegio del Opus Dei
A la espera de que la legislatura eche a andar, o nos veamos abocados a unas nuevas elecciones, Juan Cuatrecasas ve especialmente importante su designación para la comisión de Derechos de la Infancia. “Uno de mis objetivos prioritarios es colaborar en sacar adelante, a poder ser con el acuerdo y consenso de todos los grupos, una Ley Integral de Protección y Defensa de la Infancia y la Adolescencia”, explica. “Es una de las grandes asignaturas pendientes de nuestro Estado Social y Democrático de Derecho. Algo que llevan reclamando las principales instituciones y organizaciones internacionales al ejecutivo español desde tiempo atrás”.
Una normativa que estuvo cerca de aprobarse antes del final de la legislatura pasada, pero que no llegó a cristalizar. Ahora, Juan Cuatrecasas busca “mejorar y ampliar” algunos aspectos del anteproyecto, especialmente la omisión a las víctimas de abusos y agresiones sexuales en el ámbito de la iglesia.
Prescripción de los delitos
“También hay mucho que avanzar, aparte de la mencionada Ley, en el tema de la prescripción de estos delitos y manteniendo el respeto debido a la Constitución, pienso que los 18 años actuales fijados por la Ley y los 30 propuestos siguen quedando cortos, muy cortos”, denuncia el diputado riojano, que pone como ejemplo al mismísimo Vaticano.
Juan Cuatrecasas llego hasta el Vaticano por justicia para su hijo
“Si por ejemplo, el poder civil del Estado Vaticano ha fijado ese plazo de prescripción en 36 años, no entiendo que el Estado español se cierre en los 30. Una cosa es ser garantista en el pleno penal y jurídico y otra dejar sin cobertura y reconocimiento a supervivientes de abusos y agresiones sexuales”, sostiene Juan Cuatrecasas. “Es momento de que esta problemática que afecta a nuestros niñas y niños, a cualquiera de ellas y ellos le puede ocurrir, sea tratada desde los poderes públicos y desde la Iglesia como merecen las víctimas, no es asunto de baja intensidad ni aplazable por más tiempo”, subraya, añadiendo que “nadie debe ya utilizar dobles raseros porque no hay víctimas de primera, segunda o tercera en un Estado Social y Democrático de Derecho que de tal se precie”.
Los encubridores, a la cárcel
Además, incide Juan Cuatrecasas, “es necesario que comiencen a articularse medidas de ayuda y acompañamiento a las víctimas, desde las terapias a pensiones de incapacidad o minusvalía”. En ese sentido la Seguridad Social, Bienestar Social y Educación tienen mucho que aportar. “Considero que la Ley de la Víctima de 2015 no puede quedarse en papel mojado al igual que el más reciente Motu Proprio de Francisco”, apunta. En este sentido, el presidente de Infancia Robada insta a “atajar con el código penal actitudes de encubrimiento y complicidad a los delincuentes”.
Juan Cuatrecasas, Presidente de la Asociación Infancia Robada
A la Iglesia: "La hemorragia no para"
“Es preciso que la Conferencia Episcopal de España huya de la opacidad en sus actuaciones y que refleje de cara a la sociedad su voluntad firme y urgente de hacer todos los deberes pendientes de reconocimiento y reparación, de justicia y verdad porque la hemorragia no para y siguen apareciendo más y más denuncias”, denuncia Juan Cuatrecasas, que pide a la jerarquía que no “mire para otro lado o ponga siempre las mismas excusas insustanciales”.
“A mí desde luego siempre me tendrán como interlocutor válido pero con la única condición de compromiso en la acción y hechos concretos , no solo palabras” concluye, reclamando al Congreso que constituya ponencias parlamentarias para “prolongar el cuidado y atención a los supervivientes de estos delitos”. “Las víctimas nos esperan”.
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