Los terribles y atroces delitos del padre Renato Poblete
Abusaba de su poder de sacerdote, de su poder social, económico. “Sin mí, ustedes no podrían comer”, “si estás gorda no conseguirás a nadie”, “la violación es inevitable, relájense y gócenlo”, fueron algunas de las frases que reconocieron las víctimas. El caso más impactante es una relación de pareja que el padre Poblete sostuvo con una madre de familia, sobre la que ejerció una dependencia moral, sicológica y económica. Por ello, la mujer daba acceso a sus hijas menores, una de las cuales tenía tres años cuando comenzó a ser víctima de besos y tocaciones de connotación sexual por parte del sacerdote.
Abusos que cometió en medio de la impunidad y que eran de conocimiento de jesuitas, porque la investigación establece que al menos 15 sacerdotes sabían. Daniel Palacios, vocero de los denunciantes de sacerdotes jesuitas, calificó a Poblete de criminal. Además, cuestionó a la congregación por el encubrimiento y dijo que con esto se reafirma que en otros casos de abusos también hubo conocimiento por parte de jesuitas. Otro de los denunciantes de jesuitas y vocero de la Red de Sobrevivientes de Abusos Eclesiásticos, Helmut Kramer, lo calificó como un delincuente sexual sádico.
El rostro de un depravado y depredador sexual
A pesar de que siete recibieron algún tipo de información, cinco escucharon rumores o comentarios de otras personas, dos recibieron información directa de la víctima, uno recibió la petición de no decir nada y otro hizo la denuncia en las instancias formales, la investigación descarta la figura penal del encubrimiento.
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