Ex-seminaristas y denunciantes de haber sufrido abusos sexuales en de la diócesis de Valparaíso
Todos ellos lamentaron "los actos de encubrimiento de las autoridades del obispado de Valparaíso" y sostuvieron que con esta denuncia esperan "esclarecer" esta situación y que se asuman "responsabilidades". Los hechos denunciados habrían sucedido en la década de 1990 en el seminario San Rafael en Lo Vásquez, donde ambos curas estaban relacionados con la formación de los sacerdotes, entre los que se encontraban los querellantes.
"El obispo Ossandón se niega a reconocerlo y es por eso que nos vemos obligados a demandar. No estamos denunciando porque nos guste. Ossandón se burló de nosotros, nos usó para hacer creer que estaba a favor de las víctimas y no fue así", afirmó Mauricio Pulgar, uno de los denunciantes. A pesar de que a Mons. Ossandón no se encuentra incluido en la querella (ya que no se le acusa de ningún abuso) el abogado que representa a todas las víctimas, Juan Pablo Hermosilla, estudiará la posibilidad de denunciarlo en una instancia civil, al ser el máximo representante legal de la diócesis de la ciudad porteña.
Mons. Ossandón fue nombrado administrador apostólico de la diócesis de Valparaíso después de que el Papa aceptara la renuncia del obispo Gonzalo Duarte, quien en mayo de 2018 presentó su renuncia ante el pontífice junto a los otros 33 obispos chilenos tras haber cometido "graves errores y omisiones" en la gestión de los abusos sexuales.
Por su parte, Gustavo Donoso, otro de los denunciantes, explicó que Mons. Ossandón solo accedió a reunirse con él tras amenazarle con ir a la prensa. "Solo así quiso verse conmigo. Todo lo que pueda decir de la escucha de las víctimas o la recepción para con nosotros ha sido muy negligente", agregó Donoso.
Otra de las presuntas víctimas, Marcelo Soto, explicó que la primera denuncia contra el sacerdote Humberto Enríquez la hizo ante la institución religiosa en 1992 y que si el obispo Mons. Ossandón quisiera, "podría investigar estos antecedentes". "La pregunta es por qué hasta ahora no ha abierto una investigación", apostilló.
"El obispo Ossandón se niega a reconocerlo y es por eso que nos vemos obligados a demandar. No estamos denunciando porque nos guste. Ossandón se burló de nosotros, nos usó para hacer creer que estaba a favor de las víctimas y no fue así", afirmó Mauricio Pulgar, uno de los denunciantes. A pesar de que a Mons. Ossandón no se encuentra incluido en la querella (ya que no se le acusa de ningún abuso) el abogado que representa a todas las víctimas, Juan Pablo Hermosilla, estudiará la posibilidad de denunciarlo en una instancia civil, al ser el máximo representante legal de la diócesis de la ciudad porteña.
Mons. Ossandón acusado de encubrimiento
Mons. Ossandón fue nombrado administrador apostólico de la diócesis de Valparaíso después de que el Papa aceptara la renuncia del obispo Gonzalo Duarte, quien en mayo de 2018 presentó su renuncia ante el pontífice junto a los otros 33 obispos chilenos tras haber cometido "graves errores y omisiones" en la gestión de los abusos sexuales.
Por su parte, Gustavo Donoso, otro de los denunciantes, explicó que Mons. Ossandón solo accedió a reunirse con él tras amenazarle con ir a la prensa. "Solo así quiso verse conmigo. Todo lo que pueda decir de la escucha de las víctimas o la recepción para con nosotros ha sido muy negligente", agregó Donoso.
Otra de las presuntas víctimas, Marcelo Soto, explicó que la primera denuncia contra el sacerdote Humberto Enríquez la hizo ante la institución religiosa en 1992 y que si el obispo Mons. Ossandón quisiera, "podría investigar estos antecedentes". "La pregunta es por qué hasta ahora no ha abierto una investigación", apostilló.
Mons. Ossandón sigue la política de seguir con el encubrimiento
Sebastián del Río, testigo en esta causa y querellante en otro caso de abusos, no descartó que aparecieran más víctimas: "Ha habido una cultura del encubrimiento en la diócesis de Valparaíso. Queremos que se haga justicia con nosotros y con todas las que eventualmente podrían salir".
A fines del pasado abril el fiscal nacional de Chile, Jorge Abbott, informó que las causas abiertas por abusos sexuales en la Iglesia católica chilena suman ya 166, y las víctimas a 248, de las que 131 eran menores de edad al sufrir los delitos, mientras las personas relacionadas con el clero que son investigadas suman 221. Entre estas últimas hay 10 obispos, 152 sacerdotes, 9 diáconos, 15 laicos, 8 personas de las que no se dispone información, y 27 pertenecientes a órdenes o congregaciones sin ser clérigos.
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