Patrick Morrisey, fiscal general de Virginia Occidental
En un comunicado, el fiscal denunció que la diócesis acusada contrató a pedófilos "a sabiendas" y no llevó a cabo verificaciones de antecedentes "adecuadas". La demanda del fiscal general de Virginia Occidental llegó después de que el arzobispo de Baltimore, Mons. William Lori, reemplazara a Mons. Bransfield. El arzobispo Lori fue nombrado por el Papa Francisco el año pasado para liderar una investigación de numerosas denuncias contra la Iglesia católica en EE.UU, en especial a Mons. Bransfield.
En enero pasado, líderes de la Iglesia católica en el país identificaron a 286 sacerdotes y otros cargos eclesiásticos, que supuestamente habían abusado sexualmente de menores de edad a lo largo de las últimas décadas.
Mons. Bransfield se expulsado por múltiples casos de abusos y encubrimiento
En ese documento, el jurado de Pensilvania criticó que todos los casos identificados fueran dejados de lado por los líderes de la Iglesia "que prefirieron proteger a los abusadores y a la institución, sobre todo". Después de la difusión de ese informe judicial, cerca de 50 diócesis de todo Estados Unidos han publicado listas con nombres de más de 1.200 curas acusados de abuso sexual a menores.
El Vaticano no tiene una postura clara hasta hoy sobre Mons. Bransfield
La Conferencia Episcopal de EE.UU. ha anunciado desde entonces un plan integral para abordar la "catástrofe moral" que sufre el seno de la Iglesia estadounidense tras el escándalo de abusos sexuales a menores destapado en Pensilvania.
Por su parte, el Vaticano ha calificado de "criminales" los abusos de sacerdotes a menores descritos en el informe de Pensilvania y consideró que "debería haber asunción de responsabilidad" de los abusadores y de quienes "permitieron que se produjeran".
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