Arzobispo Cardenal de Génova, Angelo Bagnasco
Según informa "La Nuova Bussola Quotidiana", la comunicación llegó de la mano del obispo auxiliar, Mons. Nicolo Anselmi, que comunicó por vía telefónica a las parroquias en cuestión que el cardenal consideraba “inapropiadas” estas iniciativas.
Tanto "La Nuova Bussola" como el americano "National Catholic Register" han tratado de ponerse en contacto con el cardenal Bagnasco y con Mons. Anselmi para conocer las razones de este veto, pero ninguno de los dos ha querido hacer declaración alguna al respecto.
Cardenal Bagnasco y con Mons. Anselmi
Es sorprendente que el arzobispado se tome esta molestia al prohibir actos de reparación para ofensas a la fe y a la moral católicas que pueden contemplarse en el curso de la celebración del Orgullo, cuando lleva permitiendo al menos desde 2017 que se celebren en iglesias como San Pietro in Banchi “vigilias contra la homofobia”. Esa misma parroquia, el pasado 12 de mayo, celebró una jornada ecuménica de oración, con el visto bueno del arzobispado, contra la discriminación de homosexuales y transexuales, organizada por un grupo LGBT.
En un momento en que se debate la penetración del "lobby lavanda" en las filas de la Iglesia, que estallan escándalos de abusos sexuales por parte de clérigos homosexuales y que aún dura la "resaca" del "libro denuncia" de Frédéric Martel "Sodoma", el extraño criterio de una figura como el cardenal Bagnasco, que ha sido presidente de la Conferencia Episcopal Italiana, resulta extraordinariamente significativo.
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