Diócesis de Buffalo: Corrupción, colusión y conspiración (EE.UU)

El obispo actual de la diócesis de Buffalo ha reincorporado a sacerdotes acusados de abuso al ministerio activo no es más que un ejemplo reciente de la larga y sórdida historia de la diócesis de encubrimiento para los sacerdotes depredadores. No solo es Mons. Richard Malone actual obispo, que continúa reasignando clérigos corruptos, también está suprimiendo las voces de sobrevivientes de abuso en sus llamadas sesiones de escucha.

Diócesis de Buffalo con un historial de encubrimiento

Sin embargo, la diócesis de Buffalo actúa, sin embargo, como un verdadero microcosmos de abuso sexual clerical que muestra cómo los líderes de la Iglesia y la policía han suprimido colectivamente a los denunciantes y encubierto el abuso sexual sacerdotal durante décadas. Esta histórica colusión entre la Iglesia de Buffalo y las autoridades civiles fue denunciada en mayo por el ex detective, Martin Harrington.

Hablando de su tiempo en la fuerza en los años 80 y 90, Harrington dijo: La política no escrita del departamento fue que los sacerdotes católicos no fueron arrestados ... tuvimos sacerdotes que capturamos con pornografía, o nos masturbábamos en los parques de la ciudad, y nuestras órdenes eran entregarlos a la diócesis de Buffalo. La diócesis se ocuparía de ellos, pero no serían arrestados.

Esto proporciona una explicación parcial de cómo los líderes corruptos de la Iglesia, como Theodore McCarrick, podrían instalar una canal en la década de 1990, que canalizó a los seminaristas homosexuales de América del Sur a las diócesis de los EE. UU, como Buffalo.

Algunos fieles protestan contra la diócesis 

Church Militant obtuvo una copia de un memo interno confidencial de 1998 entre el p. Joseph Gatto, entonces vicerrector del seminario de Buffalo, y Mons. Henry Mansell, entonces ordinario de Buffalo. En la nota, Gatto actualiza a Mansell en la nueva cosecha de 10 seminaristas de Colombia. Church Militant de la Iglesia se comunicó con varios seminaristas que se encontraban en el Seminario Cristo Rey de Buffalo en ese momento. Dos de ellos le dijeron a Church Militant que la homosexualidad en el seminario bajo Mansell y Gatto era rampante.

Además, relataron que algunos de los colombianos en realidad estaban parcelados en parroquias con párrocos homosexuales activos que prodigaban regalos caros, incluidos automóviles, a los jóvenes colombianos homosexuales a cambio de sexo. Dos de estos antiguos seminaristas confirmaron a Church Militant que abandonaron el seminario bajo la dirección del padre Gatto porque estaban disgustados con la corriente abiertamente homosexual que dominaba el seminario de Buffalo.

 Padre Joseph Gatto, entonces rector del seminario de Buffalo

Uno de estos seminaristas colombianos, Ricardo J. Perillo, le dijo a Church Militant que, en 1999, el padre Gatto estaba al tanto de ciertas relaciones homosexuales entre sacerdotes y seminaristas y que casi la mitad de los seminaristas colombianos de su clase, reclutados personalmente por el padre Gatto para Mons. Mansell, eran activamente gay. Al darse a conocer la situación el padre Gatto, Perillo dijo que solo fue expulsado del seminario.

Este es el mismo padre Gatto, quien renunció el año pasado como presidente-rector del seminario de Buffalo después de las acusaciones de conducta indebida de homosexuales y de quien Mons. Malone intentó reincorporarse al ministerio activo en mayo.

En 2012, el padre Joseph Moreno intentó exponer la red de corrupción que involucra a los líderes de la Iglesia de Buffalo, cómplices de la ley, jueces corruptos e incluso políticos comprometidos. La semana que murió, el padre Moreno hizo lo siguiente: 

- Concertar cita con el nuncio papal estadounidense, Mons. Carlo Maria Viganó
- Le dijo a su hermana que iba a exponer la corrupción en la diócesis de Buffalo
- Envió un fax con información pertinente a un medio de noticias local.

Padre Joseph Moreno, denunciante y luego muerto

El día después de enviar el fax, el padre Moreno fue encontrado muerto en su rectoría con dos agujeros en la parte posterior de su cabeza. La policía local rápidamente dictaminó que la muerte de Moreno fue un suicidio.